En medio de este panorama, una propuesta legislativa ha acaparado la atención mediática: la Ley Laken Riley. Esta iniciativa, impulsada por el partido Republicano y nombrada en honor a Laken Riley, una estudiante de enfermería de 22 años asesinada el año pasado, se enfoca en la inmigración ilegal.
El homicidio de Riley, perpetrado por Jose Ibarra, un inmigrante venezolano indocumentado —condenado en noviembre por asesinato y otros cargos relacionados con la muerte de la joven—, se convirtió en un punto clave durante la campaña electoral de 2024. “La muerte de Laken Riley fue un crimen imperdonable”, declaró el Representante Jamie Raskin, demócrata por Maryland.
La Ley Laken Riley exige al Departamento de Seguridad Nacional detener a inmigrantes indocumentados acusados de robo y otros delitos. Su aprobación en la Cámara de Representantes, con un resultado de 264 votos a favor y 159 en contra —con el apoyo de 48 demócratas—, representa un triunfo para el partido gobernante y una clara señal de sus prioridades en materia de seguridad fronteriza. "Vamos a detener y deportar a los extranjeros ilegales que cometan robos, hurtos, hurto menor, y por supuesto, crímenes violentos", afirmó el Presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
Sin embargo, la aprobación no ha estado exenta de controversia. Críticos, como el Representante Raskin, la califican de “medida vacía y oportunista” que no aborda los problemas reales de la inmigración. Acusan a los republicanos de instrumentalizar la tragedia de Riley para fines políticos y de abandonar un acuerdo bipartidista sobre seguridad fronteriza el año pasado.
Además, la ley incluye una disposición que permitiría a los fiscales generales estatales demandar al Departamento de Seguridad Nacional si consideran que sus estados o residentes han sido perjudicados por las políticas migratorias. Este aspecto ha generado preocupaciones sobre la posible interferencia en las políticas federales.
A pesar de las críticas, la Ley Laken Riley cuenta con un apoyo bipartidista creciente. El Senador John Fetterman, demócrata de Pensilvania, se convirtió en el primer senador demócrata en apoyarla en el Senado, donde se espera una votación el viernes. "La historia de Laken Riley es un trágico recordatorio de lo que está en juego cuando nuestros sistemas fallan en proteger a las personas", señaló Fetterman en un comunicado. El futuro de la ley, y su impacto en el debate sobre inmigración en Estados Unidos, aún está por verse.