La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE.UU. (NHTSA) ha abierto una investigación que involucra a un número significativo de vehículos Tesla. Se trata de 2.58 millones de unidades, una cifra que llama la atención y despierta preocupación entre los consumidores y expertos del sector.
El foco de la investigación se centra en la función de conducción remota, conocida como Smart Summon o Actually Smart Summon, dependiendo del modelo. Esta tecnología permite a los conductores mover sus vehículos a distancia, una característica que, si bien atractiva, presenta riesgos potenciales.
La NHTSA señala que la investigación se inició tras recibir reportes de un accidente atribuido a esta función. “Los cuatro incidentes implican vehículos de Tesla operando con Actually Smart Summon y no detectando postes o vehículos aparcados, lo que provocó accidentes,” señalan los documentos oficiales. Se añade que la agencia también revisó información de prensa sobre al menos tres incidentes similares.
Un punto crucial es que Tesla no reportó estos accidentes a la NHTSA, como lo exige la normativa. Esto ha generado un cuestionamiento adicional sobre los protocolos de seguridad y transparencia de la compañía.
Los modelos afectados son:
- Model S y Model X (2016-2025)
- Model 3 (2017-2025)
- Model Y (2020-2025)
La investigación actual promete un análisis profundo sobre la seguridad y el funcionamiento de la función de conducción remota en los vehículos Tesla, con implicaciones de gran alcance para la industria y el futuro de las tecnologías de conducción autónoma.