La magnitud del desastre está dejando una estela de destrucción a su paso, con pérdidas materiales aún por cuantificar completamente. El epicentro de esta emergencia se encuentra en el incendio de Palisades, en el condado de Los Ángeles. Este siniestro ya ha devastado al menos 1,000 estructuras, incluyendo viviendas, escuelas, iglesias y espacios públicos, convirtiéndolo en el incendio más destructivo registrado en la historia del condado, según datos de Cal Fire.
La preocupación aumenta, ya que expertos como Daniel Swain, climatólogo de la UCLA, advierten sobre la posibilidad de que este incendio se convierta en el "más costoso registrado, no solo en California, sino en general". Swain compara el incendio de Palisades con el devastador incendio de 2018, destacando similitudes alarmantes: vegetación extremadamente inflamable, fuertes vientos, temperaturas récord y una sequía prolongada, creando el cóctel perfecto para un desastre de proporciones gigantescas.
La falta de lluvia en los últimos meses ha exacerbado la situación, convirtiendo a la vegetación seca en una mecha lista para encenderse. La administración del Presidente Joe Biden ha respondido aprobando ayuda de emergencia para las zonas afectadas.
Hasta las 10:30 horas del miércoles 8 de enero de 2025, el fuego ha consumido un total de 5,742 acres, distribuidos de la siguiente manera:
- Palisades Fire (Los Ángeles): 2,925 acres
- Eaton Fire (Los Ángeles): 2,227 acres
- Hurst Fire (Los Ángeles): 505 acres
- Woodley Fire (Los Ángeles): 30 acres
- Tyler Fire (Riverside): 11 acres
El impacto a largo plazo del incendio de Palisades y los otros incendios activos en California, aún se desconocen, dejando un panorama incierto para las comunidades afectadas.