Nueva propuesta busca solucionar la crisis migratoria entre México y Estados Unidos

En medio del panorama político actual, la organización Fwd.us, liderada por Andrea Flores, vicepresidenta de Políticas y Campañas de Inmigración, ha presentado el proyecto “A Better Way Forward”. Este plan bipartidista, desarrollado por una experta con una destacada trayectoria —abogada, asesora legislativa, directora de Gestión Fronteriza en el Consejo de Seguridad Nacional, miembro del equipo de transición Biden-Harris y colaboradora de la ACLU— se enfoca en seis objetivos clave:

• Reducir el flujo migratorio irregular.
• Ampliar el acceso a vías humanitarias y laborales.
• Aumentar las vías legales de ingreso a Estados Unidos.
• Fortalecer la seguridad fronteriza mediante la modernización de infraestructura.
• Reformar el sistema de asilo.
• Desarrollar un proceso federal de recepción para solicitantes de asilo.

Flores, quien “creció en una comunidad fronteriza”, señala la necesidad de un enfoque integral. Su propuesta supera la simple visión de “duro o indulgente” con los inmigrantes, analizando datos de la última década para identificar políticas eficaces en la reducción de la migración irregular y en la gestión de las necesidades de los migrantes. “No se va a arreglar la frontera simplemente cambiando el asilo,” explica Flores, “es necesario un enfoque combinado de política exterior y política interna.”

La iniciativa busca un consenso bipartidista, incluyendo las preocupaciones de demócratas y republicanos. Flores planea reuniones con legisladores de ambos partidos, con un enfoque particular en los estados fronterizos, reconociendo la necesidad de una visión más amplia, incluso dentro del partido demócrata. “Los demócratas no han tenido una visión sólida sobre la seguridad fronteriza,” afirma, “y necesitan una respuesta más completa.”

El plan se centra en tres ejes fundamentales: una reforma integral al sistema de asilo que evite largos periodos de espera para los solicitantes; la creación de más opciones legales de inmigración, incluyendo la posibilidad de que los estados tengan un mayor control sobre las visas, para cubrir necesidades de mano de obra específicas; y la reducción de la dependencia de las políticas migratorias de otros países, como México. Flores destaca la necesidad de “un sistema que no deje a los solicitantes de asilo en el limbo.”

El proyecto, en resumen, plantea un cambio de paradigma, moviéndose de una visión reactiva y fragmentada a una estrategia proactiva y holística, abordando la compleja realidad migratoria con un enfoque novedoso y ambicioso.

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