En el centro de la escena se encuentra el comité organizador de la investidura del próximo presidente, Donald Trump, el cual, según The New York Times, ha logrado recaudar la impresionante cifra de 170 millones de dólares. Esta suma, proveniente en su mayoría de grandes fortunas estadounidenses, ha generado una demanda inesperada.
La cantidad de donantes ha superado con creces la capacidad de los "asientos VIP" para la cena de gala, obligando al comité a informar a algunos donantes que no podrán asistir al evento exclusivo. Este detalle, si bien anecdótico, refleja la enorme repercusión que tiene la investidura.
Entre los donantes más destacados se encuentran gigantes tecnológicos como Google y Microsoft, cada uno contribuyendo con un millón de dólares. Google, además de su donación monetaria, ofrecerá una transmisión en vivo del evento a través de YouTube, con un enlace directo en su página principal, según confirmó CNBC.
La decisión de Microsoft se alinea con una publicación reciente de su presidente, Brad Smith, quien abogó por una "estrategia" para "apoyar la inteligencia artificial (IA) estadounidense en el mundo". Se unen a este selecto grupo Meta, OpenAI y Amazon, con donaciones similares y transmisión en vivo a través de Prime Video.
A la lista se suma también una donación personal de un millón de dólares por parte de Tim Cook, CEO de Apple, según fuentes citadas por Axios. Las motivaciones detrás de estas contribuciones, especialmente por parte de empresas que en el pasado han mantenido una postura crítica hacia Trump, merecen un análisis más profundo. En el caso de Google, la posibilidad de nuevas medidas antimonopolio bajo la presidencia de Trump, podría explicar parte de su acercamiento.
El influjo de capital en la investidura, más allá de los números, dibuja un panorama complejo de intereses y estrategias, un reflejo de las dinámicas políticas y económicas del momento.