La magnitud del suceso ha superado cualquier expectativa, forzando una reestructuración de agendas presidenciales y movilizando recursos a una escala sin precedentes. El viaje del Presidente Joe Biden a Italia, programado para incluir encuentros con el Papa Francisco, el Presidente Sergio Mattarella y la Primera Ministra Giorgia Meloni, ha sido cancelado. La Casa Blanca justificó la decisión, señalando que "todos los esfuerzos deben centrarse en la emergencia en California."
El impacto de los devastadores incendios forestales es monumental. Biden visitó Los Ángeles, epicentro de la catástrofe, mientras el Pentágono despliega apoyo militar, incluyendo aviones C-130. Sin embargo, las adversas condiciones climáticas, aunque mejoradas en las últimas horas, han retrasado algunas operaciones. Las cifras son alarmantes: al menos cinco víctimas mortales, numerosos heridos y más de 130,000 evacuados. La situación se agrava con un nuevo incendio en las colinas de Hollywood y un toque de queda impuesto en zonas de Santa Mónica.
El alcance del desastre es abrumador. Se han quemado casi 10,000 hectáreas, 13,300 estructuras están en riesgo y al menos mil han sido destruidas. Más de 350,000 usuarios se encuentran sin electricidad en el sur de California, con 194,608 en el condado de Los Ángeles y 65,657 en el condado de Ventura. A pesar del arduo trabajo de 7,500 bomberos, las fuertes rachas de viento conocidas como "Santa Ana" han multiplicado el número de incendios, pasando de tres a siete.
Entre las áreas más afectadas del condado de Los Ángeles destacan:
- Pacific Palisades, con el "incendio forestal de Palisades" consumiendo más de seis mil hectáreas.
- Altadena, devastada por el "incendio en Eaton" que ha arrasado más de mil hectáreas.
Con una población de 38 millones y una costa de más de 1,300 kilómetros, California representa un tercio más de habitantes que Texas, el segundo estado más poblado. Su riqueza, sistema de salud y enfoque en la educación, construidos durante los últimos diez años de administración demócrata, han forjado el "California Way", un modelo de políticas en áreas cruciales. Sin embargo, la frecuencia de eventos como este, junto al alto costo de vida, plantea interrogantes sobre el futuro de la geografía y la distribución demográfica del estado, incluso sobre el impacto en la autosuficiencia del poder central.
La situación pone de manifiesto las complejas realidades de un estado con una identidad tan particular, y las implicaciones a gran escala de una emergencia de esta magnitud.