El jueves por la tarde, alrededor de la 1 p.m., un avión Super Scooper, conocido como Quebec 1, que participaba en las labores de extinción del incendio de Palisades, sufrió un impacto que lo dejó fuera de servicio. El culpable: un dron civil, no autorizado para operar en la zona. El impacto se produjo en el ala del avión, según confirmó Erik Scott, portavoz del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, a través de una publicación en X.
Afortunadamente, “no hubo heridos y el avión aterrizó con seguridad,” aseguró Scott. Sin embargo, el incidente generó una seria advertencia sobre las consecuencias de la irresponsabilidad.
La gravedad del suceso radica en la interrupción de las operaciones de extinción de incendios. El Departamento de Bomberos de Los Ángeles y la Administración Federal de Aviación (FAA) emitieron sendas declaraciones enfatizando la ilegalidad de la acción. Scott recalcó que “volar un dron en medio de las tareas de extinción de incendios es un delito federal, castigado con hasta 12 meses de prisión o una multa de hasta 75,000 dólares.”
La FAA, por su parte, iniciará una investigación exhaustiva del incidente. En un comunicado, la agencia enfatizó: “La FAA no ha autorizado a nadie que no esté afiliado a las operaciones de extinción de incendios de Los Ángeles a volar drones en las TFR.” La agencia añadió que la acción pone en grave peligro las operaciones aéreas de combate a incendios.
La FAA no escatimó en detallar las consecuencias de tales acciones, puntualizando:
- Retraso en la respuesta aérea.
- Mayor riesgo para los bomberos en tierra.
- Peligro para residentes y propiedades cercanas.
- Agravamiento del incendio.
La agencia recordó la implementación de Restricciones Temporales de Vuelo (TFR) en la zona de Los Ángeles, con el objetivo de proteger la integridad de los aviones de extinción de incendios. Cualquier aeronave, incluido cualquier dron, está prohibido volar en estas zonas sin la debida autorización.