Las familias viven con una mezcla de preocupación y temor, un sentimiento palpable que se extiende como una sombra sobre los campos. En los últimos días, operativos de la Patrulla Fronteriza han generado alarma. Se habla de decenas, quizás cientos de arrestos, principalmente de migrantes mexicanos, muchos de ellos indígenas que no hablan inglés, ni siquiera español fluido, según reportes de organizaciones como la Organización de Trabajadores Agrícolas de California (OTAC) y la Fundación UFW. Luis Magaña, coordinador de OTAC, expresó su preocupación: “Nos referimos a decenas de personas que intentamos localizar en los diferentes centros de detención, pudieron enviarlos a cualquier lugar del país [y hoy mismo] están desaparecidos”.
La Fundación UFW estima que entre el lunes 6 y el martes 7 de enero, al menos 192 personas fueron detenidas en el condado de Kern. Leydy Rangel, directora de comunicaciones de la Fundación, advirtió que "es probable que esa cifra aumente a medida que se realicen las operaciones esta semana". Se cree que muchos se encuentran en el Centro de Detención Golden State Annex o en el condado Imperial.
Los testimonios recogidos por diversas organizaciones pintan un panorama preocupante. Los agentes se han desplegado en pequeños poblados como Taft, Lamont y Arvin, con presencia cercana a centros comerciales, tiendas y gasolinerías, lugares frecuentados por la población migrante. “Están por la [calle] Panamá, enfrente del Green Iawn Cementery, en el cruce con la 5”, relató una testigo anónima. “También en el Fiesta Market”, añadió otra.
La cercanía de la toma de posesión de Donald Trump añade una capa de complejidad a la situación. El presidente electo prometió una deportación masiva de migrantes irregulares. Aunque el Departamento de Policía de Bakersfield confirmó que el DHS notificó las operaciones, el vocero del Departamento del Sheriff del Condado de Fresno, Tony Botti, afirmó públicamente desconocerlas, resaltando la falta de obligación de informar a las autoridades locales sobre las operaciones federales.
Algunos, como Luis Magaña, perciben estas acciones como un “espectáculo político”, un mensaje previo a la toma de posesión. Edwin Carmona, codirector de la Colaboración de California para la Justicia de los Inmigrantes, coincide en esta apreciación, recordando las duras persecuciones de décadas pasadas y la prohibición de incursión del ICE en propiedad privada. La preocupación es palpable: “Esperemos que esto sólo sea coyuntural porque si no, sería mortal volver a esos tiempos horribles...”.
Mientras tanto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) se limita a declaraciones generales sobre arrestos selectivos relacionados con el contrabando, sin referirse a casos específicos. El Valle Central, otrora bastión demócrata, ha experimentado un aumento de votantes republicanos, cambiando el panorama político y el nivel de apoyo a las políticas de inmigración del nuevo gobierno.
La situación deja a la comunidad agrícola en un estado de incertidumbre, a la espera de lo que pueda ocurrir en los próximos días y meses, en un contexto político altamente polarizado.