El caso, que involucraba pagos de dinero en efectivo a la actriz porno Stormy Daniels, días antes de su segunda toma de posesión, había generado un torbellino mediático. El ex-presidente, a sus 78 años, enfrentaba una condena que, según muchos analistas, podría haber marcado un precedente histórico. Sin embargo, la resolución final sorprendió a propios y extraños.
"Una cacería de brujas política," declaró Trump a través de la pantalla, su voz resonando con una mezcla de indignación y desafiante autoconfianza. Acusó al fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, de orquestar un caso con el único objetivo de mancillar su reputación. Sus palabras, transmitidas en directo, alimentaron aún más el ya encendido debate político.
La decisión del juez Juan Merchan, quien le otorgó una libertad condicional sin cargos adicionales, fue recibida con reacciones encontradas. Mientras algunos celebraron la absolución como una victoria legal, otros criticaron la sentencia como demasiado indulgente, considerando la gravedad de las acusaciones.
Trump no escatimó en críticas. Señaló a Michael Cohen, su ex abogado y testigo clave en el caso, como "una persona totalmente desacreditada, sin legitimidad," llegando a compararlo despectivamente con George Washington. También hizo referencia a la cantidad de votos obtenidos en las últimas elecciones, recalcando su legitimidad como ganador.
La cobertura mediática internacional se enfocó en la inusual situación: un presidente electo, con una condena previa, a punto de asumir su segundo mandato. Analistas políticos, comentaristas y expertos legales diseccionaron la decisión judicial desde múltiples perspectivas, profundizando en los posibles efectos a corto y largo plazo.
Mientras tanto, las redes sociales ardían con opiniones divididas. Algunos aplaudieron la "fortaleza" de Trump, mientras otros denunciaban la "impunidad" de la que, según ellos, gozaba. El debate político, alimentado por esta controvertida sentencia, continuaba sin mostrar signos de disminuir.
Para finalizar, el juez Merchan le deseó a Trump "que Dios le dé velocidad" mientras asumía su segundo periodo.