Pero, ¿qué pasaría si ese peso se aliviara significativamente? La gobernadora Kathy Hochul propone una solución audaz que podría cambiar la realidad de millones de niños neoyorquinos: un programa de comidas escolares universales y gratuitas.
Más de 2.7 millones de estudiantes se beneficiarían, con desayunos y almuerzos gratuitos, sin importar sus ingresos familiares. Se acabarían los trámites engorrosos, los formularios, y la posible estigmatización asociada a recibir ayuda alimentaria. Hochul lo justifica con una frase contundente: “En el país más rico del mundo, esto no puede seguir ocurriendo, especialmente en un estado como Nueva York”.
El impacto económico para las familias sería notable. Se estima un ahorro promedio de USD 160 mensuales por hijo, lo que suma aproximadamente USD 2,000 anuales. Una cifra considerable, sobre todo en un estado con el alto costo de vida de Nueva York.
Esta iniciativa no es una idea aislada. Nueva York se uniría a otros ocho estados que ya cuentan con programas similares. Incluso, la ciudad de Nueva York, con el distrito escolar más grande del país, ya ofrece comidas gratuitas a todos sus estudiantes, un precedente exitoso respaldado por la canciller Melissa Aviles-Ramos, quien afirma que “Cuando los estudiantes llegan a la escuela con hambre, su capacidad de concentrarse se ve seriamente afectada”.
Los beneficios van más allá del ahorro económico. Estudios, también citados por CBS News, demuestran que la inseguridad alimentaria infantil se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta y un menor rendimiento académico.
La propuesta de Hochul forma parte de un paquete de medidas para aliviar el costo de vida, incluyendo la expansión del crédito fiscal por hijos y cheques de reembolso por inflación de hasta USD 500. Estas iniciativas se discutirán en la sesión legislativa de 2025.
El discurso de Hochul sobre el Estado del Estado, programado para el martes 14 de enero a la 1 p.m. Se espera que la propuesta de comidas escolares gratuitas sea uno de los puntos centrales del mismo. La eliminación de requisitos de ingreso, además, crearía un ambiente escolar más inclusivo, reduciendo la estigmatización asociada a la asistencia alimentaria.