Cerca de las 9:45 p.m., la rutina de patrullaje de cuatro oficiales del NYPD en dos vehículos sin distintivos se vio alterada. El sonido del disparo, cerca de Flatlands Avenue y E 80th Street, les alertó. Sus ojos se posaron en un hombre, saliendo apresuradamente de una tienda de conveniencia ubicada en el 776 E 80th Street, huyendo a toda prisa hacia el norte.
La persecución se inició, una carrera contra el tiempo y la incertidumbre. Los oficiales, identificándose como policías, le ordenaron que se detuviera. Sin embargo, el hombre, lejos de acatar la orden, corrió tras la protección de un árbol. Ahí, según el jefe de patrulla del NYPD, Philip Rivera, el hombre apuntó con un arma a un sargento, una acción que desencadenó una respuesta inmediata: cuatro oficiales abrieron fuego.
El hombre de 50 años, herido en el torso, fue detenido y trasladado en estado crítico al Hospital Universitario de Brookdale. La escena del incidente reveló detalles desconcertantes: un arma de fuego fue recuperada en el lugar, mientras que otra, una pistola "fantasma", fue encontrada dentro de la tienda. La declaración del jefe Rivera fue contundente: "Nuestros agentes se encontraron con un individuo peligroso, armado con un arma de fuego, y reaccionaron sin vacilar. Gracias a sus acciones se evitó que se produjeran más hechos de violencia".
La investigación, aún en curso, busca esclarecer las circunstancias que precedieron al incidente. Preguntas cruciales permanecen sin respuesta: ¿Por qué se disparó un tiro antes de la persecución? ¿Cuál es la conexión entre el hombre y el arma fantasma encontrada en la tienda? La identidad del hombre herido, hasta el momento, no ha sido revelada por las autoridades.
La información disponible deja una serie de interrogantes en el aire, pintando un panorama complejo que requiere de una investigación exhaustiva para comprender la totalidad de los eventos. Los detalles adicionales, que poco a poco irán emergiendo, podrían modificar la perspectiva actual de los hechos.