Según datos oficiales del Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se registraron 47,300 cruces irregulares provenientes de México durante el último mes del año. Aunque superior a los 46,000 arrestos de noviembre, Mayorkas enfatizó que esta cifra refleja una tendencia a la baja desde la implementación de medidas restrictivas al asilo por parte de la administración Biden. "Hemos demostrado que es posible reducir drásticamente la inmigración irregular", afirmó Mayorkas antes de dejar su cargo el 20 de enero.
Este aumento, sin embargo, coincide con la inminente llegada de Donald Trump a la presidencia. El presidente electo y el Partido Republicano han arremetido contra la política migratoria de Biden, incluso intentando un juicio político contra Mayorkas. Trump, utilizando una retórica considerada por muchos como xenófoba, ha acusado a los demócratas de promover una “invasión” del país, señalando específicamente a migrantes y solicitantes de asilo de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití que llegan a través de programas de alivio humanitario.
Los republicanos, por su parte, atribuyen al gobierno demócrata una “crisis” fronteriza, a pesar de las medidas restrictivas impuestas que han generado el rechazo de organizaciones como la ACLU y Amnistía Internacional. Mayorkas, en su evaluación de su gestión, destacó el fortalecimiento de las consecuencias para quienes ingresan ilegalmente a EE.UU., la colaboración internacional para restringir la migración y el aumento de vías legales de entrada.
Trump ha prometido, como parte de su plan para “liberar” a Estados Unidos de la supuesta “invasión”, eliminar programas como el permiso de 'parole' humanitario y la aplicación CBP One, herramientas que facilitaban la migración legal. Durante los cuatro años de la administración Biden, más de 2 millones de personas llegaron a EE.UU. buscando mejores oportunidades y huyendo de crisis en países como Venezuela y Haití. Este flujo migratorio se inserta en un contexto continental de gran movimiento poblacional, con más de 21 millones de personas desplazadas, según ACNUR.
El impacto de estas políticas y las implicaciones para la región en los próximos años, se dibujan como un escenario complejo y en constante evolución.