Alrededor de las 5 p.m., cerca de Arabesque Drive y Airport Road, un niño de ocho años fue atacado brutalmente por dos perros. Un Pitbull y un perro mestizo fueron los responsables de este terrible suceso, según reportó la Oficina del Sheriff del Condado de Volusia.
Testigos presenciales, conmocionados por la escena, intentaron lo imposible: realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (CPR) en un intento desesperado por salvar la vida del menor. A pesar de sus esfuerzos heroicos, las lesiones resultaron demasiado graves y el niño fue declarado muerto en el lugar de los hechos.
La respuesta de las autoridades fue inmediata. Oficiales del Departamento del Sheriff y agentes del Servicio Animal del Condado de Volusia llegaron rápidamente a la escena. Los perros involucrados fueron capturados y actualmente se encuentran en cuarentena bajo la custodia de Volusia County Animal Services. La investigación, una colaboración entre la Oficina del Sheriff y el Servicio Animal, está en curso para determinar las circunstancias exactas que llevaron al ataque.
El Sheriff Mike Chitwood, visiblemente conmocionado, emitió un comunicado expresando su pésame a la familia. “Esto es una tragedia más allá de la comprensión… Pido a la comunidad que rece por esta familia”, declaró a través de Facebook. Una conferencia de prensa está programada para brindar más detalles.
El incidente ha vuelto a poner sobre la mesa el tema de la responsabilidad de los dueños de perros en Estados Unidos, y particularmente en Florida. Según el Estatuto de Florida 767.04, los dueños son responsables de las mordeduras que causen sus mascotas, independientemente de su historial de comportamiento. La legislación estatal aplica un principio de responsabilidad estricta, lo que implica que la culpa recae en el propietario, independientemente de si el perro ha mostrado agresividad anteriormente.
Mientras tanto, las preguntas sobre el futuro de los perros involucrados permanecen sin respuesta. La investigación determinará si serán sacrificados o reubicados. El número de ataques de perros en Estados Unidos, y la necesidad de leyes más estrictas para prevenir tragedias similares, son temas que seguirán en debate.