El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca promete un giro radical en la política estadounidense. Sus planes, esbozados durante la campaña, contemplan acciones de gran envergadura con implicaciones globales. Entre ellas, destacan medidas drásticas en materia de inmigración, comercio internacional y política interna.
En el tema migratorio, Trump ha prometido una deportación masiva de los aproximadamente 11 millones de personas que, según estimaciones de 2022, vivían de manera irregular en Estados Unidos. Para ello, planea declarar el estado de emergencia nacional y utilizar al ejército. Esta iniciativa, sin embargo, enfrenta numerosos desafíos legales y sociales, incluyendo la posibilidad de una fuerte resistencia por parte de la sociedad civil y el partido demócrata. Además, la "expulsión de millones de trabajadores... tendría un fuerte impacto en la economía", según analistas.
Otro punto crucial es su política comercial. Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, lo que podría generar una crisis en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). "El 20 de enero... firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25%...", escribió en su red social. Simultáneamente, planea elevar los aranceles a China en un 10%, intensificando la guerra comercial. Las reacciones de estos países, especialmente Canadá, han sido cautelosas, pero se espera una respuesta contundente ante tales declaraciones.
La situación se complica aún más con sus promesas en materia de justicia. Trump ha mencionado la posibilidad de indultar a los participantes en los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio. Casi 1,500 personas han sido acusadas y más de 900 condenadas por su participación en estos eventos. Esta medida, de concretarse, generaría una profunda controversia política y legal.
Más allá de lo económico y lo judicial, las políticas de Trump en materia de política exterior y cambio climático también preocupan. Su apoyo incondicional a Israel en el conflicto con Hamás, su postura ambivalente respecto a la guerra en Ucrania y su intención de impulsar la extracción de combustibles fósiles, contradiciendo los esfuerzos globales para combatir el cambio climático, representan desafíos importantes para la comunidad internacional. Trump incluso ha declarado que "Perfora, cariño, perfora", demostrando su postura en contra de las políticas medioambientales.
Finalmente, su controversial postura sobre la comunidad transgénero, incluyendo la exclusión de personas trans del ejército y de las escuelas, genera una fuerte polarización social en un país ya dividido en temas de género e identidad.
La administración Trump promete un periodo de grandes transformaciones con consecuencias impredecibles para Estados Unidos y el resto del mundo. Los próximos meses serán cruciales para observar cómo se desarrollan estas políticas y sus implicaciones a corto y largo plazo.