El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, sumado a un panorama geopolítico inestable, está generando incertidumbre en los mercados. Expertos como Héctor del Toro Ríos, profesor investigador del Cucea, señalan que “las tensiones internacionales, como el conflicto entre Rusia e Israel y las discrepancias entre Estados Unidos y China, añaden volatilidad a la paridad peso-dólar”. Esto, agravado por la posibilidad de nuevos aranceles por parte de la administración Trump, genera un escenario inflacionario preocupante.
Víctor Ceja Cruz, economista en jefe de Valmex Casa de Bolsa, coincide en que la inflación se mantiene incierta. Sus proyecciones para el cierre de 2025 y 2026 son de 3.95% y 3.83% respectivamente. Esta incertidumbre no solo afecta a grandes corporaciones, sino que impacta directamente en el bolsillo de las familias mexicanas, especialmente en las de menores recursos.
BBVA México, en un reporte reciente, recuerda que el aumento de precios a principios de año es común. Sin embargo, los factores geopolíticos y las políticas económicas internacionales hacen que este año sea excepcional. La pregunta clave es: ¿Será suficiente el aumento del salario mínimo para contrarrestar este efecto?
Aquí las opiniones divergen. Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC, cree que el incremento del 12% será prácticamente anulado por la inflación. “Una vez más, el Pacic no tendrá oportunidad de consolidarse”, afirma. En contraste, Arturo Vega, presidente de la Canacope CdMx, considera que el aumento salarial ayudará a mejorar el poder adquisitivo y a aliviar la presión económica, aunque reconoce que "este beneficio estará condicionado a un manejo adecuado de la inflación".
En resumen, el panorama económico para los próximos meses presenta una compleja combinación de factores, donde la incertidumbre internacional se entrelaza con las políticas internas, generando un efecto dominó que podría prolongar el impacto negativo en la economía familiar mexicana hasta abril.