Estados Unidos y Qatar anunciaron un acuerdo para un cese al fuego entre Israel y Hamas, un pacto que entrará en vigor este domingo. Se trata de un acuerdo por fases, cuya complejidad refleja la magnitud del desafío. La noticia, recibida con júbilo en algunos lugares y con reservas en otros, ha marcado un punto de inflexión en este largo y doloroso conflicto.
El acuerdo, fruto de meses de arduas negociaciones mediadas por Egipto y Qatar, con el apoyo de Estados Unidos, prevé una fase inicial de seis semanas. Durante este periodo, se producirá la retirada gradual de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza, un proceso paralelo al intercambio de rehenes. Hamas liberará a rehenes israelíes, mientras que Israel liberará a prisioneros palestinos.
"Este acuerdo detendrá los combates en Gaza, impulsará la tan necesaria ayuda humanitaria a los civiles palestinos y reunirá a los rehenes con sus familias después de más de 15 meses de cautiverio," declaró el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una declaración oficial. La noticia fue recibida con celebraciones espontáneas en las calles de Gaza, devastadas por meses de conflicto.
Ghada, una madre desplazada con cinco hijos, expresó su alegría entre lágrimas: "Estoy feliz, sí, estoy llorando, pero son lágrimas de alegría". Sentimientos similares se reflejaron en Tel Aviv, donde las familias de los rehenes israelíes expresaron su inmensa alegría y alivio. "Nosotros, las familias de 98 rehenes, acogemos con inmensa alegría y alivio el acuerdo para traer a nuestros seres queridos a casa," señaló un comunicado emitido por el grupo que representa a las familias.
La fase inicial del acuerdo contempla la liberación de 33 rehenes israelíes, incluyendo mujeres, niños y hombres mayores de 50 años. Sami Abu Zuhri, un funcionario de Hamas, calificó el acuerdo como "una gran victoria". Por su parte, la oficina del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, indicó que, a pesar del acuerdo, aún persisten algunos puntos por resolver.
El conflicto se desató el 7 de octubre de 2023, cuando hombres armados de Hamas irrumpieron en comunidades fronterizas israelíes, causando la muerte de más de 1200 personas y el secuestro de más de 250 rehenes. La respuesta militar de Israel ha dejado un saldo de más de 46.000 muertos en Gaza, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, dejando cientos de miles de desplazados luchando contra el frío invernal en tiendas de campaña y refugios improvisados. El acuerdo supone un intento de poner fin a esta tragedia y abrir una puerta a un futuro, por ahora incierto, pero con una tenue esperanza de paz.