El lanzamiento, a altas horas de la tarde, del Starship Flight 7, marcó un nuevo hito en la historia de la exploración espacial. Dos minutos y 45 segundos después del despegue, el propulsor se separó, regresando exitosamente a la base de SpaceX, un logro significativo considerando los desafíos de aterrizajes de cohetes de esta magnitud. Este exitoso retorno, capturado por las llamadas "chopsticks" (un sistema de agarre), se convirtió en un punto clave del evento, a pesar del desenlace.
Sin embargo, la alegría fue efímera. Aproximadamente a 8 minutos y medio del vuelo, SpaceX confirmó la pérdida de la etapa superior del cohete, describiendo el evento como una "desmontaje no programado rápido". Los seis motores de la nave espacial parecieron fallar uno tras otro, cortándose el contacto.
“Starship experimentó un desmontaje no programado rápido durante su ascenso,” declaró SpaceX en un comunicado. “Los equipos continuarán revisando los datos de la prueba de vuelo de hoy para comprender mejor la causa raíz. Con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y el vuelo de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship.”
La misión, cabe destacar, era un vuelo de prueba no tripulado que tenía como objetivo llevar 10 satélites simulados para practicar su despliegue. De acuerdo con las especificaciones originales, la nave espacial debía volar sobre el Golfo de México en un recorrido casi circular alrededor del mundo. Los últimos datos recibidos indicaban una altitud de 90 millas y una velocidad de 13,245 mph.
El cohete de 400 pies de altura, con sus impresionantes proporciones, dejó en el cielo una estela de escombros que generó asombro y preocupación entre los testigos. Videos que circularon en redes sociales muestran la caída de estos restos, captando la atención de miles. Elon Musk, CEO de SpaceX, reaccionó a uno de estos vídeos con un mensaje en X: “¡El éxito es incierto, pero el entretenimiento está garantizado!”. Posteriormente, agregó que “versiones mejoradas de la nave y el propulsor ya esperan su lanzamiento.”
A pesar del resultado, la información recabada durante esta prueba, la séptima para el Starship, será esencial para perfeccionar el diseño y la funcionalidad de esta poderosa máquina, preparándola para futuras misiones más complejas.