Una llamada de emergencia alertó a las autoridades sobre un incendio en una vivienda ubicada en la cuadra 2300 de North Weller Avenue. La rápida respuesta del Departamento de Policía de Springfield (SPD) fue fundamental para detener a la sospechosa in situ. El jefe de bomberos, Travis Morrissey, destacó la importancia de esta colaboración, afirmando: “La cooperación entre las agencias fue fundamental para el resultado de este caso”.
La detenida, Patricia Williams de 44 años, fue identificada por testigos como la responsable del incendio. Las investigaciones posteriores revelaron detalles sorprendentes sobre el método empleado para iniciar el siniestro.
Las imágenes de vigilancia, pieza clave en la investigación, muestran a Williams comprando una pequeña cantidad de gasolina, tan solo 2 dólares, en una gasolinera cercana a la vivienda. Según el informe policial, Williams vertió la gasolina en el suelo de la casa y sobre una pila de ropa, utilizando un método inusual para iniciar el fuego.
El detalle que sorprendió a los investigadores, y que ha generado gran interés mediático, fue el uso de unas bolsas de papas fritas Takis como elemento incendiario. Según la propia declaración de Williams, la elección de este aperitivo picante se debió a su alto contenido de grasa, facilitando la ignición y propagación del fuego.
Afortunadamente, las tres personas que se encontraban dentro de la casa lograron escapar ilesas. La relación entre Williams y las víctimas, así como el móvil del incendio, aún no han sido aclarados completamente por las autoridades. Williams se declaró culpable de incendio provocado en primer grado y fue sentenciada a 12 años de prisión.
El caso destaca la importancia de la colaboración entre diferentes cuerpos de seguridad y la eficacia de las pruebas forenses, incluso en casos con circunstancias inusuales como la empleada en este incidente. La investigación continúa para esclarecer todos los aspectos de este peculiar suceso.