Más allá de las declaraciones sobre la situación fronteriza, un detalle específico ha captado la atención: la aplicación CBP One. Desarrollada inicialmente para agilizar las inspecciones comerciales, la aplicación se expandió en 2023 para incluir solicitudes de asilo de inmigrantes. Para finales de diciembre, más de 936,500 extranjeros habían utilizado la app para solicitar libertad condicional en Estados Unidos, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Aquí es donde Kristi Noem entra en escena con una propuesta contundente. “Si me confirman y tengo la oportunidad de ser secretaria, el primer día se cerrará el CBP One,” afirmó. Su argumento gira en torno a la seguridad fronteriza y la necesidad de un mejor control de la inmigración. Según Noem, la información contenida en la base de datos de CBP One sería crucial para identificar y localizar a los inmigrantes registrados con miras a su deportación.
La gestión de Noem en Dakota del Sur ha sido, por decirlo menos, “controversial,” especialmente en su relación con las tribus indígenas de las reservas territoriales. Este historial, sumados a sus declaraciones sobre la aplicación CBP One, plantean un panorama complejo y generan interrogantes sobre su futuro desempeño en el DHS.
Noem ha enfatizado la necesidad urgente de reforzar la frontera sur, calificándola de insegura. Sin embargo, su confianza en la capacidad del presidente electo, Donald Trump, para resolver la problemática fronteriza, es un punto clave de su discurso. “La frontera sur no está segura hoy, pero en sólo tres días tendremos un nuevo presidente... y él asegurará nuestra frontera,” aseguró la nominada.
El futuro del DHS, y la aplicación CBP One en particular, dependen ahora del proceso de confirmación en el Senado. Los próximos días serán cruciales para definir el rumbo de la política migratoria bajo la administración entrante.