El debate se ha intensificado tras declaraciones de la presidenta del South Bronx Mutual Aid, Ariadna Philips, reflejo la ansiedad palpable entre la comunidad: “El nuevo encargado de migración ha dado aprobación para que lugares que antes eran santuario o sagrados como escuelas o iglesias, ahora son lugares a los que ellos puedan entrar”. Esta afirmación ha encendido las alarmas.
Pero, ¿cuál es la realidad? El Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York (DOE) ha emitido una declaración contundente para aclarar la situación. Sus protocolos, diseñados para proteger a los estudiantes, establecen lo siguiente:
- Prohibición de ingreso del ICE: El DOE no permite el ingreso de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) o de otras autoridades federales a las escuelas, a menos que exista una orden judicial que lo exija.
- Confidencialidad garantizada: Bajo ninguna circunstancia el DOE proporcionará información sobre estudiantes, familiares o empleados a las autoridades migratorias.
La situación, en resumen, presenta un panorama complejo. Mientras el DOE mantiene una postura firme de protección a sus estudiantes, la incertidumbre generada por los cambios en la política migratoria federal persiste. La tensión entre la autonomía de las escuelas públicas y la autoridad federal en materia migratoria es palpable y seguirá siendo un tema central en los próximos meses.