El foco de atención se centró en la figura del Pastor Lorenzo Sewell, un pastor de 43 años originario de Detroit, cuya historia personal es tan sorprendente como su presencia en este escenario histórico. Proveniente de un pasado marcado por la violencia y la adversidad en las calles del este de Detroit, Sewell superó una infancia difícil que incluyó presenciar la encarcelación de su padre por asesinato y la propia experiencia en el mundo de las drogas. Su transformación comenzó en 1999, cuando se convirtió al cristianismo, y a los 19 años ya predicaba.
Su ascenso a la notoriedad, sin embargo, está indisolublemente ligado a Donald Trump. Tras el apoyo público a la campaña de Trump entre la comunidad afroamericana de Detroit, incluyendo una memorable mesa redonda en la 180 Church, el pastor Sewell recibió una invitación inusual: ofrecer la invocación en la segunda toma de posesión de Trump. “¿Te imaginas estrechar la mano del 45º presidente –ahora el 47º presidente electo– y que él te mire y diga, 'En la inauguración, estarás allí'? ¡Y que luego lo haga! Increíble,” comentó Sewell días antes del evento.
La oración de Sewell fue un momento particularmente memorable. Su discurso, que incluyó una extensa cita de la histórica arenga “I have a dream” de Martin Luther King Jr., fue el punto culminante de una ceremonia cargada de simbolismo. La inclusión de estas palabras, casi textuales, en un día tan significativo como el Día de Martin Luther King Jr. provocó un inmediato debate en los medios.
El pastor, que lidera la 180 Church, un ministerio que cumple siete años, atribuye su crecimiento y reconocimiento internacional a su vínculo con el expresidente. Su participación en eventos republicanos y conservadores, incluyendo la Convención Nacional Republicana en Milwaukee y actos organizados por Turning Point USA, demuestran la expansión de su influencia más allá de su comunidad local.
Mientras tanto, la ausencia del Imam Husham Al-Husainy, inicialmente programado para la ceremonia, sigue siendo un misterio. Al-Husainy, quien respaldó a Trump el año anterior, dirige una congregación principalmente de inmigrantes iraquíes y es amigo de Massad Boulos, asesor de Trump para asuntos árabes y de Oriente Medio.
La jornada dejó una estela de interrogantes sobre las implicaciones del discurso de Sewell y el significado de las ausencias inesperadas. Más allá del ceremonial, el evento resonó con la complejidad de una nación en constante evolución.