Los números son fríos, pero la realidad, abrumadora. El incendio Eaton, un desastre que arrasó más de 14,000 acres en las montañas de San Gabriel, dejó un saldo de al menos 17 muertos, una cifra que, lamentablemente, podría aumentar. Cerca de 10,000 estructuras quedaron destruidas, dejando tras de sí un panorama desolador.
El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido una nueva advertencia, una bandera roja que ondea con preocupación del lunes a las 10 a.m. hasta el martes a las 10 p.m. Esta alerta, para gran parte del interior del sur de California, incluyendo zonas de los condados de Ventura, Los Ángeles, Orange, Riverside y San Bernardino, se debe a la inminente llegada de fuertes vientos combinados con una humedad extremadamente baja. Una fórmula, desafortunadamente familiar, que recuerda la rápida propagación de los incendios de Palisades y Eaton.
“Esto es básicamente un punto por debajo del evento del 7 de enero, y solo depende de dónde se alineen los sistemas de baja presión y alta presión que causan este tipo de eventos de viento en cuanto a las áreas que verán el mayor impacto,” explicó Dennis Burns, analista del comportamiento del fuego, durante una reunión comunitaria en Pasadena.
Se pronostican ráfagas de viento que oscilarán entre las 50 y 70 millas por hora en las costas y valles, con picos de 60 a 100 millas por hora en las montañas y estribaciones. Un escenario preocupante que mantiene en vilo a la población y a los servicios de emergencia.
El Jefe de Bomberos del Condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, compartió en la misma reunión una conmovedora perspectiva: “Cuando hablo con los comandantes y bomberos que estaban en esta zona, este fue el peor incendio que han experimentado jamás. Estoy agradecido de que no hayamos perdido a más personas, pero 17 es demasiado”.
Entre los afectados, Karen Dekker, maestra de la escuela unificada de San Gabriel, perdió su casa en Altadena, una residencia de más de 30 años reducida a escombros. A pesar del devastador golpe, como muchos otros, planea reconstruir. "Definitivamente estoy reconstruyendo, y todas las personas con las que hablo en mi calle y otras que conozco que perdieron sus hogares, todos están reconstruyendo," afirma con una mezcla de dolor y resiliencia.
La solidaridad se manifiesta a través de iniciativas como un GoFundMe organizado por colegas de Dekker para apoyar su recuperación. Mientras tanto, el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles ha difundido pautas de seguridad y repoblación para quienes fueron evacuados. La información detallada se puede encontrar a través de los enlaces oficiales.