Este lunes, Donald Trump jurará como el 47° presidente de los Estados Unidos, un evento que marca un regreso político sin precedentes en la historia americana. Su victoria, obtenida tras sortear “impeachments, acusaciones criminales y un par de intentos de asesinato,” según reportes, lo coloca en una posición de poder absoluto con el control republicano unificado de Washington.
Se espera una acción inmediata. Se rumorea que Trump tiene preparadas órdenes ejecutivas para impulsar deportaciones, aumentar la explotación de combustibles fósiles y reducir las protecciones al servicio civil. Sus promesas apuntan a “un nuevo día de fuerza y prosperidad americana, dignidad y orgullo.”
El clima invernal extremo ha obligado a trasladar la ceremonia de juramentación al interior de la Rotonda del Capitolio –la primera vez en 40 años que ocurre esto–, y la tradicional parada inaugural se ha reemplazado por un evento en un estadio del centro. Miles de simpatizantes de Trump, llegados de todas partes del país, como Terry Barber, quien viajó desde Georgia, deberán buscar alternativas para presenciar los festejos. “Dios tiene un plan,” comentó Barber, reflejando la fe ciega de muchos de sus seguidores.
El regreso de Trump al poder es particularmente significativo considerando su derrota en las elecciones anteriores y el subsecuente asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Ahora, se convertirá en la primera persona condenada por un delito grave –falsificación de registros comerciales relacionados con pagos de dinero para silenciar– en ocupar la presidencia. Ironía del destino, jurará proteger la Constitución desde el mismo lugar que fue asaltado por sus propios partidarios.
La influencia de Trump se extiende más allá de sus seguidores. Su segundo mandato se anticipa como una época de cambios radicales. Se espera una rápida implementación de su agenda, incluyendo:
- Restricciones a la inmigración.
- Aumento de aranceles a las importaciones.
- Reversión de las políticas climáticas y sociales de la administración Biden.
El evento incluirá una ceremonia religiosa en la Iglesia Episcopal de San Juan, un encuentro con el presidente saliente Joe Biden y la primera dama, y la juramentación en presencia del Juez John Roberts, utilizando biblias con gran significado histórico y familiar.
Entre los asistentes a las festividades inaugurales se encuentran figuras prominentes del mundo de los negocios y la tecnología, incluyendo a Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, quienes han demostrado su apoyo a Trump. También se espera la presencia del director de TikTok, a pesar de las preocupaciones de seguridad nacional.
Senadores republicanos como Ted Cruz y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, anticipan una rápida acción legislativa en conjunto con la administración Trump para deshacer las políticas de la administración Biden e implementar la agenda republicana. La era Trump, en su segunda vuelta, promete ser agitada.