Desde su juramentación el lunes pasado, Donald Trump, junto a su vicepresidente JD Vance, ha desatado una serie de decisiones que han remecido los cimientos del gobierno estadounidense. No se trata solo de cambios políticos, sino de un giro radical en la forma en que se maneja el poder.
Entre las medidas más impactantes destacan:
- Investigaciones a funcionarios locales: El Departamento de Justicia ha recibido órdenes de investigar y procesar a funcionarios estatales y locales que se nieguen a cooperar con el programa de deportación masiva impulsado por Trump. "Ciudades santuario van a obtener exactamente lo que no quieren", declaró Tom Homan, zar fronterizo de Trump, a Fox News.
- Desmantelamiento de oficinas de DEI: Empleados de las oficinas federales de Diversidad, Equidad, Inclusión y Accesibilidad han sido puestos en licencia administrativa, como primer paso para desmantelar estos programas.
- Cambios en el Consejo de Seguridad Nacional: Aproximadamente 160 asesores del Consejo de Seguridad Nacional han sido enviados a casa, en espera de una revisión de personal para alinear el consejo con la visión política del presidente.
- Indultos masivos: Más de 1500 personas involucradas en el asalto al Capitolio del 6 de enero recibieron indultos. Esta decisión ha generado controversia, incluso entre algunos republicanos.
- Pausa en comunicaciones gubernamentales: Las agencias federales de salud han recibido instrucciones de pausar las comunicaciones externas, incluyendo reportes científicos y actualizaciones en sus sitios web.
Estas acciones, que ocurren a un ritmo vertiginoso, han generado
temor e incertidumbre entre muchos funcionarios y ciudadanos. La rapidez y la magnitud de los cambios plantean interrogantes sobre el futuro del país. Algunos analistas señalan la falta de atención a las preocupaciones económicas de los votantes de estados clave, un sector crucial para su victoria electoral. Mientras tanto, las reacciones internacionales van desde la firmeza hasta la indignación ante las acciones de Trump. El panorama internacional se ve afectado por la amenaza de guerras comerciales y disputas territoriales, añadiendo complejidad a esta nueva etapa en la política estadounidense.
El tiempo dirá cómo se desarrollarán estas decisiones y sus consecuencias a largo plazo. La situación actual es incierta y dinámica, prometiendo un futuro lleno de desafíos.
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