Alrededor de las 11:15 a.m., agentes federales intentaron acceder al recinto escolar. Inicialmente, los funcionarios escolares creyeron que se trataba de agentes del ICE, lo que provocó una inmediata negativa a su entrada. La confusión reinó por un tiempo, con las autoridades escolares actuando en base a sus protocolos de protección a la comunidad estudiantil, especialmente en el contexto del clima político actual.
Sin embargo, la situación dio un giro inesperado. Más tarde, el Servicio Secreto de Estados Unidos aclaró su participación, afirmando que sus agentes se encontraban en la escuela como parte de una investigación sobre una "posible amenaza a un protegido". Un portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, especificó que la investigación se centraba en una amenaza contra un funcionario gubernamental bajo su protección. La agencia recalcó que: "Los agentes se identificaron ante la directora de la escuela y proporcionaron tarjetas de presentación con su información de contacto. Los agentes se fueron sin incidentes."
La visita del Servicio Secreto se produjo en un momento de tensiones políticas en torno a la inmigración. Recientemente, el gobierno federal anunció cambios en su política de inmigración, permitiendo a las autoridades federales realizar acciones de cumplimiento en lugares tradicionalmente considerados "áreas sensibles", como escuelas e iglesias. Esta decisión ha generado fuertes críticas de grupos defensores de los inmigrantes, quienes temen un aumento del miedo y la discriminación en estas comunidades.
El incidente en la Hamline Elementary School pone de manifiesto el delicado equilibrio entre la seguridad nacional y la protección de los derechos de las comunidades vulnerables. La directora de Educación de las Escuelas Públicas de Chicago, Bogdana Chkoumbova, destacó en conferencia de prensa que el personal escolar siguió los protocolos establecidos, manteniendo a los agentes fuera de la escuela hasta la clarificación de su identidad e intenciones. Enfatizó que el distrito escolar no colabora con ICE a menos que cuenten con una orden judicial. La directora de la escuela, Natasha Ortega, agradeció al personal por su rápida respuesta y por priorizar la seguridad estudiantil.
La secuencia de eventos, desde la confusión inicial hasta la aclaración final, deja entrever las complejidades que enfrentan las instituciones educativas en un contexto social y político en constante cambio.