Un aspecto que ha llamado la atención es el fallo del sistema de detección de armas por IA, Omnilert. Este sistema, presentado como una solución tecnológica avanzada, no logró detectar el arma utilizada por Solomon Henderson, el estudiante de 17 años responsable del tiroteo. Según Sean Braisted, vocero de las Escuelas Públicas de Metro Nashville, la razón fue la ubicación del arma y el ángulo de las cámaras de seguridad. “El software no detectó el arma debido a la ubicación y el ángulo de las cámaras en la escuela,” explicó Braisted.
Dave Fraser, director ejecutivo de Omnilert, aclaró que el problema no radica en una falla tecnológica en sí. “La ubicación del atacante y el arma significó que esta no era visible para las cámaras. Esto no se trata de que el sistema no reconociera el arma,” puntualizó en un comunicado. Esto resalta las limitaciones inherentes a la tecnología, incluso a sistemas de última generación.
La escuela, además de Omnilert, cuenta con otras medidas de seguridad, como:
- Sistemas de entrada con IA en las puertas principales.
- Vestíbulos protegidos.
- Presencia de oficiales de seguridad.
El debate se extiende más allá de la tecnología. Adrienne Battle, directora de las instituciones educativas públicas de Nashville, abordó la posibilidad de implementar detectores de metales, pero señaló las posibles consecuencias negativas para el ambiente de aprendizaje. “Existen consecuencias no deseadas, especialmente si pensamos en el tipo de ambiente de aprendizaje que queremos para los estudiantes,” comentó Battle.
Amy Klinger, de la organización Educator’s School Safety Network, enfatizó la importancia del factor humano. “En la mayoría de los casos existen señales... que podrían ser detectadas si alguien está prestando atención,” afirmó, destacando la necesidad de construir confianza entre estudiantes, profesores y administración. Henderson, quien utilizó el autobús escolar para acceder al plantel antes de perpetrar el ataque en la cafetería, deja muchas interrogantes sobre sus posibles motivaciones, actualmente bajo investigación por las autoridades que analizan "materiales en internet" relacionados con él.
El incidente en Antioch High School pone en relieve la necesidad de una estrategia integral de seguridad escolar que combine la tecnología con una mayor atención a las relaciones humanas y la prevención, incluyendo la problemática del acceso de menores a armas de fuego, un tema que trasciende el ámbito educativo, según Braisted.