Bomberos LAFD denuncian falta de personal y horas extras no pagadas

La imagen heroica contrasta con una situación compleja. Detrás de las condecoraciones y el reconocimiento público, se encuentra una demanda legal presentada hace casi dos años por empleados del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD), representados por la firma Sethi, Orchid y Miner LLP. Esta demanda, que tuvo un nuevo capítulo el martes pasado con una reunión en el Ayuntamiento de Los Ángeles, pone al descubierto un problema crónico: la falta de personal y las horas extras no remuneradas.

"Es una situación insostenible," declara una fuente cercana a la demanda, quien prefiere mantener el anonimato. La falta de personal obliga a los bomberos a trabajar jornadas extenuantes, superando con creces las horas establecidas en su contrato, sin recibir compensación alguna. Se alega que esta práctica sistemática se traduce en una carga económica significativa para los trabajadores, impactando directamente en su calidad de vida.

La reunión del martes, en la que se buscó generar conciencia pública sobre la situación, sirvió para dar voz a las inquietudes de estos profesionales. Se presentaron datos que detallan las horas extras acumuladas, así como el impacto que esta sobrecarga laboral tiene en la salud física y mental de los bomberos. Hasta el momento, el LAFD no ha emitido una declaración oficial al respecto.

Entre las preocupaciones planteadas, se destacan:

• Falta de personal crónico en varias estaciones, generando una presión inmensa sobre los bomberos disponibles.
• Sistema de compensación deficiente, que no reconoce ni remunera adecuadamente las horas extras trabajadas.
• Preocupación por la seguridad, derivada del agotamiento físico y mental producto de la sobrecarga laboral.

La demanda busca no solo una compensación económica por las horas extras no pagadas, sino también una revisión profunda del sistema de gestión de personal del LAFD, garantizando así condiciones laborales justas y seguras para quienes arriesgan sus vidas diariamente por la comunidad.

El silencio del LAFD ante las acusaciones aumenta la incertidumbre, dejando en el aire la pregunta de cómo se abordará este complejo problema que afecta directamente al bienestar de sus empleados y, por extensión, a la eficiencia y seguridad del servicio.

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