El primer caso involucra a una joven estadounidense de 22 años, residente de McAllen, Texas. Su intento de cruzar en un Toyota 2008, aparentemente inofensivo, resultó ser una operación mucho más arriesgada. Durante una inspección rutinaria, los agentes de la CBP (Aduanas y Protección Fronteriza) descubrieron un cargamento oculto: 40 paquetes que contenían un total de 41.47 kilogramos de cocaína. La estrategia de ocultamiento, meticulosa, no fue suficiente para evadir la experiencia de los oficiales.
Apenas unas horas después, en el puente internacional Gateway, un escenario similar se repetiría. Un ciudadano mexicano de 27 años, residente de Matamoros, Tamaulipas, intentó ingresar a Estados Unidos conduciendo un Chevrolet 2014. Una inspección secundaria, con la ayuda de un sistema de inspección no intrusiva (NII), reveló la presencia de 7.17 kilogramos adicionales de cocaína, hábilmente escondidos dentro del vehículo. El uso de tecnología de punta resultó crucial en la detección de este segundo intento de contrabando.
“Nuestros oficiales de CBP trabajan diligentemente para mantener nuestras fronteras seguras y utilizan muchas herramientas de aplicación de la ley para realizar sus tareas, lo que llevó a estas importantes incautaciones de drogas,” declaró Tater Ortiz, director de CBP en el Puerto de Entrada de Brownsville.
El valor estimado de la cocaína decomisada en ambos casos asciende a 1.4 millones de dólares. Ambos conductores fueron arrestados y puestos a disposición de los agentes especiales de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), quienes iniciaron las investigaciones criminales correspondientes. Los vehículos, instrumentos de un intento fallido de contrabando, fueron confiscados junto con la droga. La situación resalta la sofisticación de las técnicas de contrabando y la necesidad de una constante vigilancia en las fronteras.
Los detalles de las investigaciones, incluyendo las posibles conexiones entre ambos casos, permanecen bajo reserva mientras avanza el proceso legal. Sin embargo, la magnitud de las incautaciones resalta la importante labor de los oficiales de CBP en la prevención del ingreso de drogas a Estados Unidos.