El martes por la noche, alrededor de las 9:15 p.m., la calma se rompió. Durante un recuento rutinario de reclusos, se descubrió la ausencia de Jessie Meza, un hombre de 38 años que cumplía una condena de 16 años.
Según el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR), “El personal inició inmediatamente un recuento de emergencia, confirmando que Meza no estaba en el campamento.” La alerta se activó rápidamente. La búsqueda de Meza, un recluso que llegó a Acton desde el condado de Kern el 11 de marzo de 2022, se convirtió en la prioridad.
Meza fue sentenciado por una serie de delitos graves: asalto con arma de fuego con un aumento por uso de arma de fuego y posesión de arma de fuego como delincuente (ambos delitos de segunda instancia), además de vandalismo. Su descripción física es clave para su localización: 5 pies y 5 pulgadas de alto, 159 libras, cabello negro, ojos marrones. Al momento de su desaparición vestía pantalones cortos y ropa térmica gris, zapatillas de tenis blancas y una chaqueta naranja del estado.
La ironía de la situación no pasa desapercibida. El Campamento de Conservación de Acton, según el sitio web del CDCR, tiene la misión de "proporcionar equipos de bomberos encarcelados para combatir incendios en el área del condado de Los Ángeles y en todo el estado de California." Ahora, es el propio campamento el que necesita ayuda para encontrar a uno de sus internos.
Las autoridades han solicitado la colaboración ciudadana. Si alguien tiene información sobre el paradero de Jessie Meza, se insta a comunicarse con cualquier agencia policial, llamar al 911 o contactar al agente especial Brian Ellis al 951-232-3696.
La investigación continúa, y la redada en la zona se amplía, buscando respuestas en la calma que ya no existe en el Campamento de Conservación Acton.