Un niño de 8 años en Malasia quedó ciego de manera irreversible debido a una dieta limitada, basada casi exclusivamente en nuggets de pollo, salchichas y galletas. El menor fue llevado de urgencia al hospital después de reportar que no podía ver nada, y los médicos confirmaron que los daños en sus nervios ópticos fueron causados por la deficiencia de vitamina A, un nutriente esencial para la visión y el desarrollo del sistema inmunológico.
Este caso subraya una preocupación creciente sobre las dietas poco equilibradas en los niños, que en muchos casos son la causa de consecuencias graves y permanentes en su salud. La vitamina A es crucial para la producción de rodopsina, una proteína que permite la visión en condiciones de poca luz, y su carencia puede ser devastadora para los ojos y otros órganos. La negativa del niño a consumir frutas y verduras agravó su deficiencia, una situación que podría haberse prevenido con una educación nutricional adecuada.
Lamentablemente, este no es un caso aislado. En Estados Unidos, se ha documentado otro niño que sufrió la pérdida de visión por una dieta basada exclusivamente en hamburguesas, papas fritas y donas. Estos ejemplos muestran que, incluso en países con acceso a una amplia variedad de alimentos, las dietas poco saludables pueden tener efectos irreparables. Además, enfermedades como el escorbuto, causado por la falta de vitamina C, están aumentando en lugares donde el acceso a alimentos variados debería ser mayor.
Los especialistas insisten en la importancia de ofrecer una dieta balanceada a los niños, que incluya frutas, verduras, proteínas y otros nutrientes esenciales. Para aquellos con aversiones severas a ciertos alimentos, se recomienda buscar orientación nutricional y considerar suplementos vitamínicos bajo supervisión médica. También sugieren introducir nuevos alimentos gradualmente, de forma atractiva, para fomentar una alimentación más variada y saludable.