El ébola ha cobrado su primera víctima en Uganda desde el brote de 2023, tras la muerte de un enfermero de 32 años en la capital, Kampala. El trabajador de la salud había estado en contacto con más de 40 personas, incluyendo pacientes y compañeros de trabajo, antes de fallecer por la enfermedad. Según las autoridades sanitarias, el hombre desarrolló fiebre y fue tratado en varios hospitales del país antes de que las pruebas confirmaran que padecía ébola.
El Ministerio de Salud de Uganda, encabezado por Diana Atwine, asegura que tiene el control de la situación y que se están tomando todas las medidas necesarias para prevenir nuevos contagios. Se han identificado al menos 44 contactos del enfermero, de los cuales 30 son trabajadores sanitarios y el resto pacientes del hospital Mulago, donde el hombre trabajaba.
El ébola se transmite por el contacto con fluidos corporales infectados o materiales contaminados y causa síntomas como fiebre, vómitos, diarrea, dolor muscular y, en algunos casos, sangrado interno y externo. Aunque no se sabe con certeza el reservorio natural del virus, los científicos sospechan que la infección puede originarse de animales infectados o el consumo de su carne cruda.
Uganda ha sido escenario de múltiples brotes de ébola a lo largo de los años, incluyendo uno en 2000 que causó cientos de muertes. Las autoridades aún investigan la fuente del brote actual, mientras se mantiene un monitoreo estricto para evitar su propagación.