Esta noticia ha puesto en alerta a las agencias de salud estatales, ya que el sarampión, una enfermedad altamente contagiosa, puede tener graves consecuencias para la salud, especialmente en niños pequeños y no vacunados. Los primeros dos casos confirmados fueron en adultos del condado de Harris que no estaban vacunados. Posteriormente, se reportaron otros dos casos en South Plains, donde los niños afectados tampoco estaban vacunados.
Ante esta situación, el Departamento de Salud Pública de Austin ha emitido una alerta sobre un posible brote de sarampión y ha instado a los residentes a tomar medidas preventivas. El último caso confirmado en la ciudad fue en diciembre de 2019.
El aumento de casos de sarampión coincide con una disminución en las tasas de vacunación. En el año escolar 2023-24, la tasa de vacunación contra el sarampión entre los niños de jardín de infantes disminuyó al 94,3%, mientras que en el ciclo 2019-2020 era del 97%.
El sarampión fue eliminado de Estados Unidos en 2000 gracias a los programas de vacunación. Sin embargo, el resurgimiento de esta enfermedad preocupa a los expertos, quienes advierten que otras patologías olvidadas, como la tos ferina y la polio, también están regresando.
Los defensores de las vacunas temen que el movimiento a favor de la libre elección de vacunas, impulsado por la administración Trump, esté agravando las tendencias de enfermedades a nivel estatal. En Texas, las solicitudes de exención al mandato de vacunas se han duplicado desde 2018.
Los legisladores han presentado más de 20 proyectos de ley relacionados con la vacunación, lo que podría debilitar aún más los mandatos de vacunación y aumentar el número de familias que optan por no vacunar a sus hijos.