Rehenes israelíes liberados tras 491 días: desnutrición severa
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Un acuerdo, delicado como un cristal, se teje entre conflictos de larga data. Una negociación sigilosa, mediada por la incertidumbre, que culmina en un intercambio crucial.
El centro de atención: tres rehenes israelíes, Eli Sharabi, Or Levy y Ohad Ben Ami, liberados luego de 491 días de cautiverio a manos del grupo terrorista Hamas, en Gaza. Este acontecimiento, parte de una tregua iniciada a mediados de enero para frenar el conflicto entre Israel y Hamas, supone la liberación de los rehenes a cambio de 183 presos palestinos. Esta acción, decidida por el primer ministro Benjamin Netanyahu, se inscribe dentro de una estrategia de alto al fuego en etapas, con una delegación israelí enviada a Doha para detallar los aspectos técnicos del acuerdo.
Pero la liberación no es un final feliz sin matices. El Ministerio de Salud israelí informó que los rehenes presentan desnutrición severa y una significativa pérdida de peso, consecuencia de su prolongado cautiverio. La Dra. Hagar Mizrahi, del Hospital Ichilov de Tel Aviv, donde se realiza la recuperación de dos de los liberados, describió la escena: “emocionante verlos caminar con sus propios pies, erguidos y orgullosos”. Además, se detalla la atención médica integral para los rehenes y sus familias, abarcando sus necesidades físicas y emocionales.
Las reacciones de las familias son un testimonio del impacto emocional del suceso. Las hijas de Ohad Ben Ami, en una declaración desde el hospital, expresaron: “Nuestro padre ha salido del horror… Pero nos mantenemos fuertes por él aquí, así como él se mantiene fuerte por nosotras”. Similares emociones se reflejan en el testimonio de la familia británica de Eli Sharabi, quienes describieron los últimos 16 meses como un “péndulo de emociones” y la preocupación por el estado físico del rehén y por si este conoce la trágica pérdida de su esposa e hijas, asesinadas en los ataques del 7 de octubre.
El caso de Or Levy es particularmente conmovedor. Su hermano, Michael, compartió un emotivo momento: su hijo de tres años, Almog, le dijo en una videollamada: “Papá, tardaste mucho en volver”. Or, cuya esposa falleció en los ataques, se reencontró así con su hijo, tras un período inimaginable.
En el contexto de estos intercambios, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha solicitado que los futuros procesos se lleven a cabo “en privado”, priorizando la dignidad de los involucrados.
La liberación de los rehenes, un punto crucial en el alto el fuego entre Israel y Hamas, deja a la espera de los siguientes pasos en este complejo proceso de paz.