300 soldados de Texas refuerzan frontera con Estados Unidos para reforzar control migratorio
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En medio de este contexto, se anunció el despliegue de aproximadamente 300 soldados de la Guardia Nacional de Texas hacia Laredo. Este movimiento, según el Jefe de Patrulla del Sector Laredo, Jesse Muñoz, se da para apoyar a los agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos. Su llegada a Laredo se espera dentro de un mes.
La colaboración entre el Gobernador Greg Abbott y el Presidente Donald Trump está tomando forma. Tras un acuerdo anunciado la semana pasada, los soldados de la Guardia Nacional de Texas tendrán la autoridad para realizar arrestos relacionados con inmigración, siempre y cuando estén acompañados por agentes federales. Esto amplía significativamente el rol del estado de Texas en la aplicación de la ley de inmigración federal.
"Los soldados han sido facultados para hacer todo lo que haría ICE, como aprehender, arrestar y deportar", declaró Abbott a Fox News, refiriéndose al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El Departamento de Seguridad Pública de Texas también participa activamente en estos esfuerzos estatales, asistiendo en la detención y deportación de inmigrantes indocumentados.
Sin embargo, la medida no está exenta de críticas. Joseph Nunn, del Brennan Center's Liberty and National Security Program, señaló a Texas Public Radio que, si bien existe una ley federal que permite a las fuerzas estatales y locales ayudar en la aplicación de la ley de inmigración, "esta es una cuestión de aplicación de la ley, no un problema militar. Los soldados, incluyendo la Guardia Nacional de Texas, están entrenados para ser soldados, no agentes de inmigración".
Para resolver estas preocupaciones, el Jefe Muñoz destacó que los soldados actuarán bajo la supervisión de los agentes de la Patrulla Fronteriza. "En caso de realizar una detención, los agentes de la Patrulla Fronteriza estarán presentes para brindar apoyo", aclaró.
Este despliegue se suma a la reciente confirmación del Pentágono sobre el envío de 1,500 soldados en activo a la frontera, una cifra que se espera aumente a 10,000. El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, describió a estas tropas como un "multiplicador de fuerza". Su llegada coincide con la frustración expresada por Thomas Homan, zar fronterizo de Trump, ante las redadas a gran escala fallidas y la presión por cumplir con las ambiciosas promesas de deportación del presidente. Informes indican que Trump ha mostrado su descontento por el "bajo" número de deportaciones, con un promedio de 787 arrestos diarios de ICE en la última semana de enero, por debajo de la cuota diaria reportada de 1,200 a 1,500 individuos.
La situación en la frontera continúa evolucionando, con implicaciones de largo alcance para la política migratoria estadounidense y la relación entre el gobierno federal y las autoridades estatales.