La Casa Blanca aclara que Elon Musk es un 'simple' asesor de Trump, no administrador de DOGE
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Nicol Matuz ScottEn medio de este torbellino, el foco se centra en la Oficina de Gobierno Eficiente (DOGE), un ente gubernamental cuyo objetivo declarado es la eliminación de la burocracia y el gasto público excesivo. El papel de Elon Musk en esta entidad es, precisamente, el punto de fricción.
La Casa Blanca, a través de declaraciones oficiales, ha aclarado la situación. Según Joshua Fisher, director de la Oficina de Administración de la Casa Blanca, en documentos presentados a la corte, "Elon Musk no es un empleado de la DOGE y no tiene autoridad real para tomar decisiones gubernamentales por sí mismo."
Esta afirmación contrasta con las percepciones públicas. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una entrevista con Fox News, declaró que Musk "ha sido encargado de supervisar el esfuerzo en nombre del presidente". La misma Leavitt, sin embargo, evitó revelar la identidad del administrador de la DOGE ante los reporteros en la Casa Blanca, añadiendo que las desvinculaciones de empleados dependen de los jefes de cada agencia.
La discrepancia entre estas declaraciones ha generado confusión. Mientras la Casa Blanca busca minimizar el rol de Musk, presentándolo como un simple asesor de Donald Trump, varias demandas presentadas por estados demócratas pintan un panorama diferente. Estos litigios argumentan que Musk ejerce un "poder prácticamente ilimitado", violando la cláusula de nombramientos de la Constitución.
La situación se complica aún más con las declaraciones públicas del propio Musk. La semana pasada, a través de su plataforma X, instó a Estados Unidos a "eliminar agencias enteras" del gobierno federal. La jueza del distrito de Estados Unidos, Tanya Chutkan, expresó su escepticismo ante las afirmaciones del Departamento de Justicia sobre la falta de autoridad formal de Musk en una audiencia reciente. "Creo que se extienden demasiado. No estoy de acuerdo con ustedes ahí," declaró la jueza.
El equipo de la DOGE, mientras tanto, continúa su labor de revisión de agencias, presupuestos y sistemas informáticos. Mientras se acumulan las demandas, la incertidumbre sobre el verdadero alcance del poder de Musk y el futuro de la DOGE siguen en el aire.
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