Papa Francisco: Salud y Rumores de Renuncia, la CEM Aclara
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Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha salido al frente para aclarar la situación. Resulta que la existencia de un documento, una carta firmada por el Papa Francisco en 2013, que detalla su posible renuncia, ha sido noticia. Este documento, según la CEM, fue entregado al entonces secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone.
La CEM enfatiza que “la carta no es nada nuevo; es una práctica que el jefe de la Iglesia católica y obispo de Roma lleva a cabo desde la época de Pablo VI”. Es decir, no se trata de una decisión repentina ni un indicio de una renuncia inminente. Más bien, es una medida precautoria, una planificación para una situación hipotética.
Esta renuncia, contenida en la mencionada carta, solo tendría validez en caso de que el Papa sufriera un impedimento físico que le impidiera ejercer sus funciones. Un impedimento tan grave que le imposibilitara tomar decisiones. Se aclara que en el momento de redactar y firmar la carta, en 2013, el Papa Francisco se encontraba en plenas facultades mentales.
De hecho, el propio Papa Francisco había mencionado la existencia de este documento en una entrevista en 2022 con medios españoles, aunque sin revelar detalles concretos. Esto coincidió con un periodo en el que el Papa sufría fuertes dolores de rodilla. Su actual hospitalización por una neumonía bilateral, calificada como compleja por los médicos, ha vuelto a sacar a la luz este tema.
El dato curioso es que el Papa Francisco, a pesar de sus actuales dificultades de salud, aún tiene un largo camino por recorrer para superar al Papa León XIII, quien falleció a los 93 años. Su pontificado actual se rige bajo la premisa "ad vitam", lo que implica que una renuncia solo sería posible en caso de una severa degeneración cognitiva.
La información proporcionada por la CEM busca aclarar las especulaciones y dejar en claro que, por el momento, no hay una renuncia efectiva del Papa Francisco. Este protocolo de una carta de renuncia previa, establecido hace décadas, es simplemente una medida precautoria, una práctica establecida en la Iglesia Católica.