Papa Francisco: Estado de salud crítico tras 10 días hospitalizado

Pero detrás de las declaraciones oficiales, filtraciones y especulaciones se tejen una compleja red de información. El Papa Francisco, de 88 años, lleva diez días hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma por una "infección pulmonar compleja", según el comunicado oficial. Esta infección, se supo extraoficialmente, ha desencadenado una insuficiencia renal leve y precoz, un dato que añade una capa de complejidad al cuadro clínico.
A pesar de las afirmaciones del Vaticano sobre una noche tranquila y una mejoría en su estado, la realidad es más matizada. El comunicado menciona que el Papa se alimenta por sí solo, descartando la necesidad de nutrición artificial. Sin embargo, se mantiene la administración de altos flujos de oxígeno suplementario, un detalle que no pasa desapercibido para los expertos. El "pronóstico reservado" oficial contrasta con la preocupación expresada por algunos sectores.
La gravedad de la situación se vislumbra en declaraciones como la del Cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, quien en su homilía dominical habló abiertamente de la fragilidad del Papa y de la posibilidad de que se encuentre "cerca de la muerte". Estas palabras, aunque matizadas posteriormente, reflejan una realidad que trasciende los comunicados oficiales.
Las complicaciones adicionales que presenta el Papa, como su enfermedad pulmonar preexistente y su fragilidad física por la edad, agravan el panorama. La amenaza latente de sepsis, una complicación potencialmente mortal de la neumonía, es una preocupación constante aunque no mencionada oficialmente hasta la fecha. La actual hospitalización supera incluso la de 2021, cuando fue sometido a una cirugía de colon. El Vaticano no ha ofrecido declaraciones sobre las especulaciones sobre una posible renuncia.
Mientras tanto, el mundo observa con atención, esperando actualizaciones sobre el estado de salud de uno de los líderes religiosos más importantes del planeta. El misterio persiste, entre comunicados oficiales y comentarios extraoficiales, dejando una atmósfera de incertidumbre que solo el tiempo podrá disipar.