Redada contra Trata de Personas en Nuevo México: 14 Acusados
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Un gran jurado de Las Cruces, Nuevo México, presentó la semana pasada una acusación formal contra catorce individuos, presuntos miembros de una amplia red de tráfico de personas. Ocho de ellos ya fueron detenidos, según un comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos. La acusación se centra en el traslado, alojamiento y entrada ilegal a Estados Unidos de cientos de migrantes, principalmente de Sudamérica y Centroamérica.
"Un extranjero indocumentado murió durante el transporte ilegal de migrantes debido al calor y fue abandonado en el desierto", se lee en la acusación. Este trágico suceso subraya la brutal realidad de esta operación, que, según Washington, ha traficado con "cientos de migrantes ilegales, incluidos niños no acompañados, a través de Nuevo México y el sur de Texas". Los migrantes eran ocultados en casas a lo largo de su peligroso recorrido.
El fiscal federal interino Holland S. Kastrin para el distrito de Nuevo México declaró que "las organizaciones de tráfico de personas amenazan nuestra seguridad nacional y explotan a individuos vulnerables para obtener ganancias, poniendo sus vidas en riesgo y socavando la seguridad pública". Sus palabras reflejan la gravedad de la situación, un problema que trasciende las fronteras y expone la vulnerabilidad de quienes buscan una nueva vida.
Las ganancias son exorbitantes. Reportes de inteligencia indican que el tráfico de migrantes hacia Estados Unidos deja ganancias anuales de 100 millones de dólares al crimen organizado, solo en la frontera entre Chihuahua y Texas. Las tarifas varían entre 4,000 y 10,000 dólares por persona, dependiendo de la ruta y los servicios ofrecidos. Pero, para migrantes provenientes de fuera del continente americano, el costo puede llegar hasta los 30,000 dólares.
Este lucrativo negocio alimenta la violencia, ya que las bandas criminales se disputan el control de las rutas migratorias, elevando el riesgo para los migrantes y para la seguridad de la región. El sueño americano, a menudo, se convierte en una pesadilla. La redada en Nuevo México representa un golpe a estas organizaciones criminales, pero la lucha continúa.