Disputa a gritos entre Trump y Zelensky durante reunión privada sobre apoyo de Estados Unidos
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El protagonista indiscutible: Donald Trump, expresidente de Estados Unidos. Su contraparte, Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, llegó a la capital estadounidense buscando asegurar el apoyo continuo de Estados Unidos en medio del conflicto con Rusia. La presencia del vicepresidente, J.D. Vance, añadió otra capa de complejidad a la situación.
Se esperaba una conferencia de prensa conjunta, donde se anunciarían los detalles de un acuerdo crucial sobre los recursos minerales ucranianos. Según trascendió, este acuerdo ofrecería a Estados Unidos acceso a las riquezas minerales inexploradas de Kyiv a cambio de inversiones y garantías de seguridad para Ucrania. “Es un momento emocionante, pero el momento realmente emocionante es cuando terminen los disparos y logremos el acuerdo,” declaró Trump a la prensa antes del incidente.
Sin embargo, la reunión privada tomó un rumbo diferente. Fuentes confirman una fuerte discusión, incluso una disputa a gritos, entre Trump y Zelensky. Los temas centrales del desacuerdo giraron en torno a la magnitud del apoyo estadounidense y la percepción de gratitud por parte del gobierno ucraniano. Trump, según testigos, increpó a Zelensky con frases como: “No estás en buena posición ahora mismo. Te estás jugando la Tercera Guerra Mundial.” Vance, por su parte, calificó la actitud de Zelensky como “irrespetuosa”.
El contraste con las declaraciones anteriores de Trump resulta llamativo. Apenas días después de referirse a Zelensky como “dictador”, el expresidente había adoptado un tono más conciliador. “Tengo mucho respeto por él,” afirmó Trump el jueves. Esta aparente contradicción añade intriga a la situación.
La controversia también se extendió al supuesto alineamiento de Trump con Vladimir Putin. Trump rechazó estas acusaciones, argumentando que una postura demasiado dura contra Putin obstaculizaría las negociaciones de paz. “Si no me alineara con ambos, nunca habría un acuerdo”, explicó. Mencionó la necesidad de un acercamiento para lograr un acuerdo, incluso si eso implicaba una imagen menos beligerante.
El final del encuentro fue tan abrupto como su desarrollo. La Casa Blanca informó de la cancelación de la conferencia de prensa. La delegación ucraniana abandonó apresuradamente la Casa Blanca, dejando tras de sí un cúmulo de preguntas sin respuesta y una atmósfera política profundamente agitada.