Tatuadora alemana detenida en EEUU: Un mes en incertidumbre

Jessica Brösche, una tatuadora alemana de 26 años, residente en Berlín, se encontraba de vacaciones en México. Su plan era cruzar a Estados Unidos con su amiga, la diseñadora Nikita Lofving, con sede en Los Ángeles. El 25 de enero, en el puerto de entrada de San Ysidro, Tijuana, todo cambió. Durante un cruce aparentemente rutinario, agentes del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos) detuvieron a Jessica.
Inicialmente, se le informó a Jessica que su deportación sería rápida. Sin embargo, más de un mes después, la situación permanece incierta. Lo que comenzó como una breve interrupción se convirtió en una prolongada estancia en el Centro de Detención de Otay Mesa, en San Diego. Su amiga, Nikita, describe la situación como inesperada e inusual.
"Caminábamos por el cruce fronterizo cuando detuvieron a Jessica sin previo aviso", relata Nikita a CNN.
¿La razón de la detención? Según informes de KPBS y KGTV, se sospecha que Jessica infringió las normas del Programa de Exención de Visa (ESTA) al trabajar como tatuadora en Estados Unidos durante visitas previas. El ESTA permite la entrada sin visa a ciudadanos de ciertos países, pero prohíbe cualquier actividad laboral. Las autoridades aducen que poseía equipo de tatuaje, lo cual alimentó las sospechas. Un portavoz del ICE mencionó una "violación de los términos y condiciones de su admisión".
La situación ha generado preocupación. La madre de Jessica, Birgit Brösche, contactó al Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania, y el consulado en Los Ángeles está en contacto con las autoridades estadounidenses. Jessica misma, según declaraciones a KGTV y Daily Mail, describe sus ocho días de confinamiento solitario como "una película de terror", aunque CoreCivic, la empresa que opera Otay Mesa, niega este hecho.
A pesar de que Jessica tenía un ESTA válido hasta agosto de 2025, la posesión del equipo de tatuaje y las presuntas violaciones al programa de exención de visa parecen ser los factores clave en su detención. La familia compró un boleto de avión para el 11 de marzo para facilitar su regreso a Alemania, pero la situación sigue en incertidumbre. Expertos en inmigración como Jeff Joseph, presidente electo de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, consideran el caso inusual, ya que la mayoría de estas situaciones se resuelven con una salida voluntaria del país.
La historia de Jessica Brösche destaca la complejidad del sistema migratorio estadounidense y las consecuencias imprevistas que pueden surgir incluso para aquellos que creen estar actuando dentro de la ley. La información oficial permanece limitada, y el futuro inmediato de Jessica sigue siendo incierto.