Marco Rubio propone usar IA para monitorear redes sociales de estudiantes y evitar apoyo a Hamás

En el centro de la controversia se encuentra el Secretario de Estado, Marco Rubio, y su nueva iniciativa, "Catch and Revoke". Este programa, impulsado junto al Presidente Donald Trump, utiliza la inteligencia artificial para monitorear las redes sociales de miles de estudiantes extranjeros con visas en Estados Unidos. La justificación: prevenir cualquier expresión de apoyo a Hamás u otros grupos considerados terroristas.
Según funcionarios del Departamento de Estado, la IA analizará publicaciones en redes sociales, así como reportes noticiosos sobre manifestaciones consideradas anti-Israel. "Ignorar la información públicamente disponible en redes sociales sería negligente," afirmó un alto funcionario. La IA se enfocará particularmente en actividades posteriores al ataque del 7 de octubre de 2023 en Israel.
Pero la iniciativa no está exenta de críticas. Abed Ayoub, del Comité Estadounidense-Árabe contra la Discriminación (ADC), advierte sobre las implicaciones para la libertad de expresión: "Esto debería preocupar a todos los estadounidenses. Es un tema de Primera Enmienda y libertad de expresión, y la administración se excederá."
De hecho, se reporta que estudiantes con visas están evitando participar en protestas críticas con Israel por miedo a que su estatus migratorio se vea afectado. El temor de grupos de derechos civiles es que la IA pueda afectar desproporcionadamente a estudiantes árabes y musulmanes, sentando un precedente preocupante para la censura política.
Las órdenes ejecutivas de Trump, que refuerzan una postura dura contra extranjeros que expresen retórica "pro-yihadista" u "odiosa", contextualizan esta iniciativa como un cambio significativo en la manera en que el gobierno estadounidense regula la expresión política entre quienes poseen visas.
El programa, descrito como una herramienta para la seguridad nacional, genera un debate complejo sobre el equilibrio entre la seguridad y los derechos civiles en la era digital. La utilización de la inteligencia artificial para controlar la opinión pública plantea interrogantes sobre los límites de la vigilancia estatal y el impacto en la libertad académica.