Ejecutan a preso en Carolina del Sur por pelotón de fusilamiento, primera vez desde 2010

El viernes, Brad Sigmon, de 67 años, condenado por el asesinato de los padres de su exnovia en 2001, fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento en la Institución Correccional Broad River, en Columbia, Carolina del Sur. Este hecho marca la primera ejecución por este método en el país desde 2010, y solo la cuarta desde la reinstauración de la pena capital en 1976, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
Sigmon, quien según su abogado, Gerald "Bo" King, enfrentó una “elección imposible entre métodos bárbaros”, optó por el pelotón de fusilamiento en lugar de la inyección letal o la silla eléctrica. King declaró que "la silla eléctrica lo quemaría vivo, mientras que la inyección letal conlleva un riesgo de muerte prolongada." Sigmon se convirtió en la persona de mayor edad ejecutada en Carolina del Sur.
La decisión de Sigmon generó protestas a las afueras de la prisión, con manifestantes que portaban pancartas con lemas como "Toda Vida es Preciosa" y "No Más Matanzas". A pesar de una petición de clemencia presentada por sus abogados, alegando una enfermedad mental hereditaria no diagnosticada, el gobernador republicano Henry McMaster la rechazó, y la Corte Suprema de Estados Unidos no intervino.
El procedimiento, detallado por el Departamento de Correcciones de Carolina del Sur, involucró a tres miembros del equipo de ejecución, quienes dispararon rifles cargados con balas .308a Winchester TAP Urban, diseñadas para una rápida expansión y fragmentación. Los protocolos incluían una venda sobre los ojos del condenado, un punto de mira sobre el corazón y una distancia de disparo de 15 pies. Un médico verificó la muerte de Sigmon después de los disparos.
La escasez de medicamentos para la inyección letal ha impulsado a varios estados a reconsiderar sus métodos de ejecución. Carolina del Sur, Idaho, Mississippi, Oklahoma y Utah permiten actualmente el pelotón de fusilamiento, aunque en algunos casos solo como alternativa si otros métodos no están disponibles. De hecho, una ley en Idaho podría convertirlo en el único estado donde el pelotón de fusilamiento sea el método principal de ejecución.
El caso de Sigmon reabre el debate sobre la pena de muerte en Estados Unidos, sus métodos y las implicaciones éticas de las alternativas en un contexto de falta de acceso a medicamentos para inyección letal. Carolina del Sur, actualmente, tiene 28 presos más en el corredor de la muerte.