Médico guatemalteco condenado por descuartizar paciente tras cirugía estética

La protagonista de esta historia es Floridalma Roque, una mujer de 59 años que viajó desde lejos buscando mejorar su apariencia. Su destino: la clínica del Dr. Kevin Malouf, ubicada en una zona exclusiva de la capital guatemalteca. Lo que parecía ser una intervención estética rutinaria terminó en una pesadilla.
"Nunca imaginamos que algo así podría pasarle a nuestra madre", comentaron los hijos de Floridalma en declaraciones a la prensa, expresando su dolor y frustración. Según testimonios, la negligencia médica jugó un papel crucial en la tragedia. Se alega que el Dr. Malouf carecía del equipo y los medicamentos necesarios para atender una emergencia, un descuido que, según la fiscalía, le costó la vida a Floridalma.
Tras la muerte de la paciente, el panorama se oscureció aún más. Para ocultar la evidencia, el Dr. Malouf, junto a su personal, orquestó una escena simulada para las cámaras de seguridad: una persona con similar apariencia a Floridalma fue grabada saliendo de la clínica, creando una falsa sensación de normalidad. Posteriormente, imágenes de seguridad muestran al médico llevando un contenedor de basura, contenedor que, como se demostró posteriormente, contenía el cuerpo de la víctima.
La insistencia de la familia Roque, ante la desaparición de su madre, impulsó las investigaciones. La presión de la familia y las pruebas recabadas por las autoridades llevaron a la confesión del Dr. Malouf, quien reveló el lugar donde había ocultado los restos de Floridalma. Este acto, inicialmente considerado como el delito de obstaculización penal, le valió una condena previa de dos años de prisión conmutables.
El juez Pedro Laynez, tras un proceso judicial que generó controversia por una primera rebaja de cargos, finalmente condenó al Dr. Malouf a cinco años de prisión conmutables. Esta condena, si bien no trae de vuelta a Floridalma Roque, representa un mínimo de justicia para su familia. A pesar de la sentencia, el médico aún no se ha pronunciado públicamente para pedir disculpas a la familia de la víctima.
Los detalles de este caso resaltan la importancia de una regulación más estricta en el sector de la cirugía estética en Guatemala y la necesidad de exigir altos estándares de seguridad y responsabilidad a los profesionales de la salud.