Estados Unidos cierra centros migratorios en la frontera con México por caída de detenciones

El dato clave que resuena en los pasillos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) es la drástica reducción de detenciones. Hablamos de cifras que sorprenden: en febrero pasado, solo se registraron 8,347 inmigrantes indocumentados detenidos en la frontera suroeste. Esto representa una caída impactante del 94% interanual y del 71% intermensual.
Este descenso sin precedentes, según la CBP, se traduce en un promedio de menos de 300 detenciones diarias. Un comunicado oficial atribuye esta disminución a las "nuevas disposiciones presidenciales de mano dura contra la migración irregular", haciendo referencia a las políticas implementadas durante la administración Trump. El comisionado interino de la CBP, Pete Flores, declaró: “El drástico descenso… nos permite reducir el número de instalaciones temporales de procesamiento.”
Consecuencia directa de este cambio de escenario: el cierre de cinco centros temporales de procesamiento de migrantes. Las instalaciones afectadas son:
La situación en la frontera no es un caso aislado. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció también una reducción significativa del flujo migratorio a través del Darién, con una caída de hasta el 98%. Este dato, paralelo al de la frontera con Estados Unidos, refleja una tendencia regional que continúa en evolución.
El impacto de estas medidas en las políticas migratorias a largo plazo, así como las implicaciones para las comunidades fronterizas y los propios migrantes, requieren un análisis más profundo.