Trump amenaza con aranceles del 200% a vinos y licores de la UE

El foco se centra en una escalada de medidas proteccionistas por parte de la administración del presidente Donald Trump. Esta situación, que comenzó con aranceles al acero y aluminio importados, ha generado una reacción en cadena de represalias internacionales. El 12 de marzo de 2025, en un evento realizado en la Casa Blanca, la situación tomó un nuevo giro.
En respuesta a los aranceles impuestos por la Unión Europea (UE) al whisky estadounidense – una contramedida a las tarifas impuestas por Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio – Trump anunció una medida drástica: “Si no remueven estas tarifas inmediatamente, Estados Unidos pronto impondrá una tarifa de 200% a todos los vinos, champañas y productos alcohólicos que vengan de Francia y otros países representados en la UE,” escribió el mandatario en su cuenta de Truth Social.
Esta amenaza de un arancel del 200% a las exportaciones etílicas de la UE, ha generado una ola de preocupación entre los productores europeos y los consumidores estadounidenses, que disfrutan de un mercado amplio y diverso de vinos y champañas importados. Las consecuencias económicas de esta medida, en caso de implementarse, serían significativas.
La respuesta de la UE ante la amenaza de Trump aún no se ha concretado, pero se anticipa que responderá con nuevas medidas para proteger sus intereses comerciales. Mientras tanto, el impacto en los mercados bursátiles es palpable, reflejando la incertidumbre que prevalece ante este escenario de tensiones comerciales. La especulación sobre el futuro del Tratado de Comercio México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) se acrecienta con el enfrentamiento arancelario entre Estados Unidos y Canadá, donde se están imponiendo aranceles “dólar por dólar”.
Algunos analistas prevén que esta guerra comercial podría generar una recesión económica en Estados Unidos, si bien el presidente Trump lo descarta afirmando que: “La Unión Europea se formó con el sólo propósito de tomar ventaja de Estados Unidos”. La situación continúa en desarrollo y es fundamental seguir de cerca sus evoluciones. Los mercados globales, los productores de vino y las relaciones internacionales están a la expectativa.
La situación plantea interrogantes sobre la eficacia de las políticas proteccionistas a largo plazo y su impacto en la economía global, incluyendo su efecto en México a través del T-MEC.