El primer ministro de Canadá cancela el impuesto al carbono: tensión con Estados Unidos

El foco de atención se centra en Mark Carney, quien asumió el cargo de primer ministro este viernes. Su primera decisión ejecutiva, tomada apenas horas después de su juramentación, ha generado un impacto inmediato: la cancelación del impopular impuesto a las emisiones de carbono. Este gravamen, aplicado a combustibles como la gasolina y el gas natural, había generado malestar, particularmente en las zonas rurales del país. Su eliminación responde a una promesa clave del Partido Conservador, ahora en el poder.
La decisión llega en medio de una tensión geopolítica con Estados Unidos. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, justificó las pretensiones del presidente Donald Trump de anexar Canadá, calificándolas como un simple “desacuerdo” en temas económicos. Una declaración que encontró una respuesta contundente por parte de Carney: “Es una locura. Simplemente. Es todo lo que se puede decir”, afirmó tajantemente el nuevo primer ministro, añadiendo: “Nunca, jamás, de ninguna forma seremos parte de Estados Unidos”.
Este rechazo a las ambiciones expansionistas de Estados Unidos se extiende al ámbito de la defensa. El nuevo ministro de Defensa, Bill Blair, anunció que se revisará el contrato para la compra de 88 aviones de combate F-35 a Lockheed Martin. Aunque no se ha cancelado el acuerdo, valorado en miles de millones de dólares, se estudia la posibilidad de reducir el número de unidades adquiridas o incluso explorar alternativas de otros fabricantes. La entrega de los primeros aviones estaba prevista para 2026.
Carney tiene previsto convocar elecciones anticipadas antes del 24 de marzo, fecha en la que se reanudarían las sesiones del Parlamento canadiense. Este movimiento anticipa un periodo de reorganización política y económica en el país, marcado por el inicio de una nueva era bajo el liderazgo de Carney.