Muerte de niña en Nueva York: Madre acusada de homicidio tras 'bautizo'

Al llegar al lugar, los paramédicos encontraron a una niña de seis años, Madeline Tavarez, inconsciente en la bañera. Su madre, Karla Espinal, de 26 años, se encontraba cerca. Madeline fue trasladada de inmediato al Hospital Brookdale, donde, lamentablemente, fue declarada muerta a las 2:42 p.m. Según información del Brooklyn Paper, la menor fue encontrada por su padre, quien al llegar a casa descubrió la terrible escena.
La posterior investigación policial llevó a la detención de Karla Espinal. Durante el interrogatorio, Espinal explicó a las autoridades que “estaba bautizando a su hija” cuando ocurrió el trágico suceso. Esta declaración, profundamente perturbadora, dio un giro inesperado a los hechos, convirtiendo un posible accidente en un caso con implicaciones legales mucho más complejas.
El 12 de marzo, Karla Espinal compareció ante el juez Donald Leo en la Corte Suprema de Brooklyn. Se le imputaron cargos de agresión, imprudencia temeraria y poner en peligro el bienestar de un menor. La fiscalía, liderada por el fiscal de distrito Eric González, sostiene que Espinal sumergió a su hija bajo el agua intencionalmente. La jueza ordenó su detención sin fianza, y se espera una nueva audiencia el 15 de mayo.
El fiscal González emitió una declaración: “Esta niña inocente tenía toda la vida por delante cuando la persona de quien dependía supuestamente la ahogó en una bañera. Éste es un caso angustioso e indescriptible, que seguimos investigando para garantizar que la acusada rinda cuentas plenamente. Mis condolencias están con el desconsolado padre de la niña y demás familiares en este momento.” Cabe mencionar que todos los cargos son meras acusaciones, y la presunción de inocencia de la acusada se mantiene hasta que se demuestre lo contrario en un juicio.
La investigación continúa, a la espera del informe del médico forense que determinará la causa oficial de la muerte de Madeline. Mientras tanto, la tragedia envuelve a la comunidad, dejando un vacío irreparable en la vida de quienes conocieron a la pequeña y planteando interrogantes sobre las circunstancias que rodearon su fallecimiento. El futuro judicial de Karla Espinal pende de un hilo, mientras la familia enfrenta el dolor inimaginable de la pérdida.