Aprendizaje dual: la fórmula europea que revoluciona la formación en EE.UU.

Este panorama impulsa la búsqueda de modelos innovadores en la formación profesional, buscando la eficiencia y la especialización.
En este contexto, destaca el modelo de aprendizaje dual, importado exitosamente de Europa a Estados Unidos. Empresas como Bühler, un gigante suizo en la fabricación de maquinaria para la industria alimentaria, están liderando la implementación de este sistema en Minneapolis, Minnesota. Patrick Bolt, director de la academia de aprendizaje de Bühler en la ciudad, afirma: “Capacitamos de la manera que creemos más adecuada, y podemos adaptar la formación a las habilidades que necesitamos”. La razón principal: la escasez de trabajadores con las destrezas necesarias en el mercado estadounidense.
El modelo, basado en la experiencia de países como Austria, Alemania y Suiza, presenta una alternativa sólida a la formación tradicional. En Estados Unidos, este tipo de programas de “aprender haciendo” están en pleno crecimiento. De hecho, entre 2012 y 2021, el país registró un impresionante aumento del 64% en el número de aprendices, sumando 2 millones de nuevos participantes y 14.700 programas. La Semana Nacional del Aprendizaje de Oficios, celebrada anualmente en noviembre, refuerza el compromiso con esta iniciativa.
Pero la innovación no se limita a la esfera nacional. Estados Unidos está impulsando alianzas internacionales para enriquecer sus programas de formación. Un nuevo programa de intercambio con Suiza permitirá que aprendices estadounidenses, entre 18 y 35 años, reciban capacitación en territorio suizo, mientras que aprendices suizos realizarán intercambios en Estados Unidos. Similarmente, se están desarrollando colaboraciones con Austria para expandir las oportunidades de intercambio cultural y profesional.
El programa de Bühler, por ejemplo, se enfoca en dos vías: una técnica, centrada en electrónica, robótica y automatización; y una empresarial, que abarca recursos humanos, marketing y logística. Los aprendices reciben una formación rigurosa que culmina con un título acreditado por la industria, comprometiéndose a trabajar en la empresa durante dos años tras graduarse. A cambio, Bühler cubre todos los gastos de la formación.
Un ejemplo inspirador es el de Leanne Baer. Tras su experiencia como aprendiz en una agencia de viajes en Suiza, ahora, con tan solo 19 años, trabaja como creadora de contenido en redes sociales para la New School de Nueva York. “Se crece mucho cuando se trabaja”, afirma Baer. “Se aprende a comunicarse, a responsabilizarse del trabajo propio… Se evoluciona muy deprisa”. Su éxito es un reflejo del impacto positivo que estos programas tienen en la vida profesional de los jóvenes.
El caso de Jaiden Garland, aprendiz de Bühler, ilustra la práctica diaria en la academia: el joven se dedica a practicar destrezas de esbozo para el dibujo técnico de componentes mecánicos.