Incendios devastadores en Corea del Sur: Estado de catástrofe nacional

La situación, lejos de ser un evento aislado, está revelando la vulnerabilidad del país ante eventos climáticos extremos. El impacto es devastador. Las provincias de Gyeongsang del Norte y Gyeongsang del Sur, junto con la ciudad de Ulsan, son las más afectadas. El gobierno, ante la magnitud de la emergencia, ha declarado un estado de catástrofe nacional. Este anuncio no es trivial; refleja la gravedad de la situación y el alcance de los daños.
Hasta el momento, la cifra de víctimas mortales asciende a cuatro personas: dos bomberos y dos civiles. Además, se reportan seis heridos. Estos números, aunque impactantes, podrían aumentar en las próximas horas a medida que las autoridades terminen de evaluar la situación.
Las cifras de daños materiales son igualmente impresionantes. En la provincia de Sancheong, el incendio ha arrasado más de 500 hectáreas, con solo el 35% del fuego contenido. "La zona de difícil acceso y el terreno montañoso han dificultado los esfuerzos de los rescatistas," informó el Servicio Forestal. La situación se agrava por otro incendio en Gyeongsang del Norte, que ha consumido alrededor de 300 hectáreas, forzando la evacuación de más de 400 personas. Otras evacuaciones se registraron en Gimhae.
Más allá de Sancheong y Gyeongsang del Norte, la situación es crítica. El Servicio Forestal ha reportado al menos 16 incendios en todo el país, avivados por los mismos fuertes vientos secos. Algunos, como el de Uiseong, apenas se encuentran controlados con un 4% contenido. El despliegue de recursos es significativo: 1.600 trabajadores de emergencia, 35 helicópteros y una docena de vehículos se encuentran en las zonas afectadas, pero la extensión del daño y la topografía desafían los esfuerzos de contención. Incluso varias secciones de autopistas clave, incluyendo una que conecta Ulsan con Busan, la segunda ciudad más grande del país, han sido cerradas. El presidente interino, Choi Sang-mok, ha prometido una respuesta total a la emergencia.
La situación es dinámica y evoluciona rápidamente. Los esfuerzos de rescate continúan, mientras la atención se centra en la mitigación de daños y la prevención de nuevas pérdidas.