Gobierno de Trump reescribe la historia estadounidense: Smithsonian en el centro de la polémica

El epicentro de estas acciones es el Instituto Smithsonian, un complejo de más de 20 museos y centros de investigación, incluyendo el renombrado Museo Nacional de Historia Estadounidense en Washington D.C., y el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroestadounidense, que recibe millones de visitantes anualmente. La orden ejecutiva, firmada por el Presidente Donald Trump, y encabezada por el vicepresidente J.D. Vance, como miembro de la Junta de Regentes del Smithsonian, establece un proceso para eliminar lo que la administración define como "ideología inapropiada, divisiva o antiestadounidense".
"El Congreso no debe financiar exhibiciones ni programas del Smithsonian que 'dividan a los estadounidenses por raza'," señala la orden. Específicamente, se mencionan iniciativas como el Museo de Historia de las Mujeres Estadounidenses en desarrollo, acusado de "reconocer a hombres como mujeres," y el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroestadounidense, al que se critica por "proclamar que el 'trabajo duro', el 'individualismo' y la 'familia nuclear' son aspectos de la 'cultura blanca'".
Más allá de los museos, la orden también abarca la restauración de propiedades federales, incluyendo parques y monumentos, a cargo del Secretario del Interior, Doug Burgum. Se pretende revertir lo que la administración considera "modificaciones indebidas" de los últimos cinco años, con la meta de "restaurar la verdad y la cordura en la historia estadounidense". Un ejemplo específico es la instrucción de completar las restauraciones y mejoras del Independence Hall en Filadelfia antes de su 250 aniversario.
La orden forma parte de una estrategia más amplia del gobierno actual para transformar la cultura estadounidense. Anteriormente, se han implementado medidas similares, como la remoción de la junta directiva del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, generando controversias y críticas generalizadas.